Más de tres meses lleva el alcantarillado que se ubica en la entrada de la populosa comunidad tequeña El Nacional sin rejillas, por lo que a los peatones que circulan diariamente por el lugar se les imposibilita poder caminar por donde normalmente lo hacían para poder tomar las unidades de transporte y así acceder al centro de la ciudad.
Una zanja con retazos de rejillas dobladas por donde drenan las aguas de lluvias es lo que se observa en este punto de la avenida Pedro Russo Ferrer del municipio Guaicaipuro, por lo que los vecinos cercanos al lugar siguen clamando por la reparación de esta alcantarilla, la cual aseguran les ha traído graves problemas al haber causado ya varios accidentes a los transeúntes desprevenidos que caminan por la acera.
“Ya varios han caído en ese hueco, más de uno se ha fracturado el pie ahí y los trabajadores de la alcaldía, a pesar que saben de este problema que tenemos, no hacen nada y ni hablar de los de Corpomiranda que lo único que han hecho es medio limpiar, pero le pasan por un lado al hueco y se hacen los locos”, manifestó Rosa Gutiérrez, una de las habitantes cuya vivienda se apuesta cerca de dicha zona.
No hace más de dos meses que la carpeta asfáltica de la Pedro Russo Ferrer, mejor conocida como baja de El Tambor, fue renovada por trabajadores de la alcaldía, pero las caminerías que están en la entrada de El Nacional no recibieron ningún “cariñito”, en cambio lucen en mal estado al igual que los drenajes, los cuales en su mayoría se encuentran obstruidos por desechos sólidos, lo que hace que cuando llueva el agua corra sobre la carretera.
Por su parte, los usuarios de la pasarela que está en este mismo sector aseveran que la misma está en estado de abandono por parte de los entes municipales, ya que al caminar por este puente peatonal el suelo se hunde y rechina con cada pisada, además que se bambolea de lado a lado.
“La pasarela está que se cae, lo único que hacen es echarle unas manos de pintura y ya, pero con eso no se resuelve el problema. La medio parapetean para que uno crea y listo, como todo en esta ciudad”, indicó Luis Rondón.
Igualmente, los cables de los postes cercanos a la pasarela están cerca de ella al alcance de cualquier persona que cruce por la zona, lo que representa un grave peligro para los transeúntes.
“Cualquier niño que no sepa se puede agarrase de esos cables y resultar electrocutado, cuando llueve o pega brisa algunas conexiones echan chispas, realmente es muy peligroso y da miedo cruzar por allí”, afirmó Gutiérrez.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21