Desde hace más de 10 años las familias que habitan en la comunidad El Trigo, específicamente del sector Trigo Dorado, han tenido que soportar los constantes botes de aguas negras que se producen debido a la falta de mantenimiento de las diferentes tuberías que transportan las aguas servidas de las viviendas de dicha zona.
Durante los días lluviosos la situación empeora, ya que los drenajes, alcantarillas y torrenteras se rebozan haciendo que brote más cantidad de agua hacia la calle principal de la localidad.
“Tenemos muchos años viviendo en esta situación, la alcaldía nos ha dicho en reiteradas ocasiones que van a arreglar las tuberías, pero nada que comienzan a trabajar. Nos tienen engañados, por eso le exigimos a Garcés que nos tome en cuenta durante su período de mando”, expresó Omar López, vocero del consejo comunal.
Por su parte, los malos olores colman los alrededores de la localidad, representando un gran foco donde pueden proliferar enfermedades de diferente índole.
Varios niños de la comunidad han resultado enfermos del estómago, pulmones y piel por los constantes olores nauseabundos que deben oler producto de las cloacas.
Asimismo, López asegura que los vecinos han arreglado varias veces el dragado del sector colocando dinero de su propio peculio para así poder aligerar un poco la problemática.
“Algunas viviendas quedan incomunicadas cuando se rebozan las tuberías, porque se acumula tanta agua en sus entradas que se les imposibilita salir de ellas”, dijo López.
Huecos como arroz
La carpeta asfáltica de la vialidad principal del sector se ha ido deteriorando con el pasar de los años, debido al constante brote de las aguas tanto residuales como blancas, es por eso que las caminerías así como también la carretera lucen totalmente destruidas.
“La vía se ha resquebrajado porque todas las tuberías de la zona están tapadas y ya no dan abasto para tanta gente. Es por eso que vivimos entre tantos huecos y queremos que arreglen los dragados”, afirmó Mireya Pérez, vecina del lugar.
Las enormes troneras representan un verdadero dolor de cabeza para los conductores que circulan por la comunidad de Trigo Dorado, ya que estas abundan por toda la superficie haciéndose casi imposible de ser esquivadas.
Sin embargo, los habitantes cada cierto tiempo le echan tierra a los huecos para taparlos, situación que no se mantiene ya que cuando llueve el agua arrastra el relleno haciendo que se abran nuevamente los cráteres.
Llenos de basura
Los habitantes de Trigo Dorado no sólo deben convivir con los malos olores producidos por las cloacas, sino también con los que emanan de las enormes montañas de basura que se apuestan en diferentes puntos de la comunidad.
“Para acá el camión del aseo urbano viene cuando le da la gana, antes pasaban lunes, miércoles y viernes, pero ya no lo hacen. Queremos que la recolección sea diaria sin importar el aumento del pago, pero es la única solución”, manifestó López.
Una gran cantidad de gusanos han comenzado a pulular de los enormes montones de desperdicios, poniendo en riesgo también la salud de los habitantes de la zona.
“Aquí nos calamos los olores desagradables de las cloacas y los de la basura a la misma vez”, aseveró Pérez.
Alumbrado intermitente
Los postes de alumbrado eléctrico no escapan del descuido por parte de los entes municipales, ya que muchos de ellos carecen por completo de luz y otros simplemente son intermitentes haciendo que el sector sea una boca de lobo durante las noches.
Los vecinos piden a gritos la reparación de los mismos, porque muchas personas de la tercera edad se han caído por la falta de iluminación a la que se le suma el mal estado de las caminerías
“Esto es una oscurana en la noche y por ende uno no ve bien, sólo nos guiamos en ciertos trayectos por la luz de las casas cercanas. Muchos ancianos se han lastimado porque si uno no ve bien a ellos se les hace más difícil”, declaró Pérez.
Sin áreas recreativas
Los jóvenes de la comunidad Trigo Dorado no cuentan con espacios deportivos donde poder recrearse durante las horas libres, por lo que muchos de ellos juegan en pleno paso vehicular donde improvisan las canchas de futbol.
Igualmente, los vecinos manifiestan carecer de ambulatorio o centro asistencial cercano en el lugar, es así que cuando se les presenta alguna emergencia deben dirigirse hasta el Hospital Victorino Santaella (HVS) para recibir atención médica.
Ronald Gil- [email protected] / @thedaniels21