Un gran montículo de basura apostado a un lado de la vialidad principal da la bienvenida a vecinos y visitantes de la comunidad El Alambique, perteneciente al municipio Guaicaipuro, donde los habitantes de la zona aseguran que el camión del aseo urbano tiene más de una semana sin pasar por el lugar.
“La basura lleva ahí más de una semana y cada día la montaña crece”, fueron las palabras de Félix González al referirse al maloliente vertedero ubicado al lado de una deteriorada parada de transporte público.
“Hay mal aspecto en toda la localidad, no es posible que una parada de autobús esté en condiciones tan deplorables, arriesgando la seguridad de los usuarios que se paran allí”, manifestó Horacio Gorrillo.
Un mosquero verde revolotea sobre el montón de desechos y gusanos que pululan entre las bolsas, razón más que suficiente para que quienes viven en las casas aledañas, permanezcan con puertas y ventanas cerradas, a fin de evitar que estas alimañas afecten su salud.
“Varios vecinos hemos presentado dolor estomacal, a causa de las moscas que se paran en nuestros alimentos”, indicó Lourdes Montilla.
Anteriormente existía un contenedor de basura en la zona para que las personas colocaran los desperdicios; sin embargo, en la actualidad éste brilla por su ausencia, obligando a los vecinos a lanzar las bolsas sobre el pavimento.
Vía en mal estado
La carretera principal de la localidad luce llena de troneras y fallas de borde que han ido carcomiendo la vía, ya que desde hace más de año y medio la carpeta asfáltica no ha sido renovada, según informan los afectados.
“La vialidad es un total desastre, hace añales que la alcaldía no asfalta por acá”, afirmó Gorrillo.
Las enormes troneras en el asfalto han ocasionado accidentes entre los motorizados, quienes si no logran frenar a tiempo se caen de sus caballitos de hierro al pisar los huecos. Asimismo, los conductores que transitan por la comunidad deben manejar a bajas velocidades para evitar sufrir accidentes.
“La carretera simplemente no sirve, tiene más huecos que un colador y nadie ha hecho nada por arreglarla”, asintió González.
Por otra parte, el sector carece de caminerías para los peatones, quienes se desplazan por la vía vehicular a riesgo de ser atropellados.
“Aquí no tenemos vida cuando nuestros hijos salen al colegio. Yo no me quedo tranquila hasta que mi niño llama y me dice que llegó bien”, expresó Montilla.
Monte palo arriba
La falta de desmalezamiento ha provocado que el alto follaje obstaculice ciertos tramos de la vías, convirtiendo a la carretera en un guillotina, ya que los vehículos toman parte del canal contrario para poder circular.
Muchos aseveran que las cuadrillas de Corpomiranda y del Plan Caracas Bicentenario no han acudido, pese a los múltiples llamados de la comunidad.
“Al parecer, ellos sólo limpian y desmalezan en la Panamericana, porque semanalmente siempre los vemos a la altura de los Nuevos Teques. Nos urge que vengan para acá, porque el monte nos está comiendo”, afirmó Montilla.
Desde el pasado diciembre los vecinos de El Alambique lidian con la falta de desmalezamiento, y el problema se ha ido agravando debido a las lluvias que han caído últimamente sobre la ciudad capital.
Malos olores
Los olores nauseabundos, que provienen de la gran cantidad de basura acumulada, se potencian con las hediondas emanaciones de las aguas servidas, las cuales corren libremente por la comunidad y a cuyo cauce también le hace falta “un cariñito”.
“Esas cloacas están a la vista de todos y es un verdadero foco de enfermedades, la solución es hacer un proyecto para canalizar esas aguas”, dijo Montilla.
Sin gas
“El camión del gas no viene desde hace años”, agregó Gorrillo a la vez que señalaba a un motorizado que llevaba un cilindro en la parrillera, proveniente del centro de distribución de Pdvsa Gas de Los Cerritos.
La mayoría de las amas de casa de la zona aseguran que deben “calarse” kilométricas colas para obtener el preciado rubro.
Azotados por el hampa
Mayor patrullaje policial piden los habitantes de El Alambique, quienes manifestaron estar azotados por los motorizados que “visitan” el lugar para hacer de las suyas.
También claman por mejor servicio de transporte, ya que deben esperar en las paradas más de 30 minutos para tomar una camioneta.
“Mientras uno espera las unidades de transporte, vienen los motorizados y nos atracan”.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21