
El autor, quien ha escrito seis libros sobre el crimen organizado de México, explicó que Los Zetas volvieron noticia todos los hechos de sangre y llevaron a las primeras planas las imágenes de la muerte
El cártel de Los Zetas es la franquicia criminal más violenta y más diversificada en las últimas dos décadas en México, con 24 actividades ilícitas, como narcotráfico, extorsión, secuestros y tráfico de personas, dijo el escritor Ricardo Ravelo.
“Los Zetas impusieron una nueva modalidad de la violencia, convirtieron las matanzas en un medio para amedrentar a la sociedad y ganar territorio, pusieron de moda las decapitaciones y desmembramiento de cuerpos”, afirmó Ravelo en una entrevista para hablar sobre su reciente libro “Zetas, la franquicia criminal”.
El autor, quien ha escrito seis libros sobre el crimen organizado de México, explicó que Los Zetas volvieron noticia todos los hechos de sangre y llevaron a las primeras planas las imágenes de la muerte, con lo que vencieron la estrategia de comunicación del Gobierno de acallar hechos de violencia.
Ravelo recordó que los Zetas fueron creados como el brazo armado del cártel del Golfo cuando era dirigido por Usiel Cárdenas en 1997 y desde entonces comenzaron a crecer y a imponerse, hasta convertirse en 2006 en cártel organizado y extenderse a gran parte del país y a Guatemala, Costa Rica, Panamá y Colombia.
En menos de diez años, Los Zetas se convirtieron en el segundo grupo criminal en el país, solo superado por el cártel de Sinaloa, que dirige Joaquín “El Chapo” Guzmán.
A diferencia de la estructura piramidal de otros cárteles, los Zetas establecieron una organización horizontal con células llamadas “estacas”, cada una con una base de sicarios, informantes y una unidad contable, que les brinda una mayor flexibilidad.
“Los Zetas han sembrado el terror en todos los territorios donde se asientan, secuestran empresarios, ganaderos, comerciantes, extorsionan a todo tipo de negocios, cobran renta a prostíbulos, cantinas, bares, tiendas, restaurantes, hasta los limpiabotas”, explicó el periodista y escritor.
También pusieron de moda los despojos de propiedades, ranchos, minas, casas, y muchas veces van con notarios para que el despojo de los propietarios parezca como una compraventa.
Añadió que a diferencia de los grupos del narcotráfico que buscan el menor ruido posible y que no haya agitación en los territorios que dominan, los Zetas imponen el terror y la violencia.
Ravelo señaló que la guerra contra el crimen organizado que declaró durante su gestión el presidente Felipe Calderón (2006-2012) permitió la expansión de los Zetas a todo el país y hacia el exterior.
“Los cárteles colombianos se quedaron con el suministro de drogas, pero los mexicanos se encargaron del trasiego; la droga tiene una primera bodega en Costa Rica, la segunda en Guatemala y el cruce es por Chiapas (este de México), y llega a Querétaro (centro) para su envío a diversos puntos fronterizos”, afirmó el autor.
Ravelo afirmó que desde finales de los años 90, el Gobierno comenzó a crear una estrategia para desactivarlos y prácticamente la mayoría de los Zetas originales ya están presos o muertos y no queda ninguno libre.
Agencias