Antes de las 7:00 p.m. deben estar dentro de sus hogares los lugareños de la comunidad conocida como Hoyo del Burro, lugar en el que residen aproximadamente siete familias, quienes viven constantemente amenazadas por la presencia de delincuentes en los alrededores del sector.
“La inseguridad está presente todos lo días por aquí”, aseguró Raúl Fuentes, hombre que suma ya 15 años ocupando una de las viviendas de la zona. Agregó que los malhechores acostumbran a esconderse en la maleza para fumar y beber alcohol.
-Antes de que caiga la oscuridad es mejor estar en las casas para no correr ningún tipo de riesgo. La presencia policial es poca, vienen de vez en cuando y tardan semanas para volver a visitarnos, hay que andar por aquí con miedo.
Comentó que se han presentado innumerables casos de robo a personas que necesitan trasladarse por el lugar por cualquier razón, y aseguró que muchos evitan recorrer dichas calles para no ser víctimas del hampa.
El escondite
La maleza, el lugar en donde se esconden los maleantes, necesita trabajos que la eliminen; a pesar de que son muchas las solicitudes que se han realizado no han tenido respuesta alguna. “Desde hace 7 u 8 años estamos en esta pésima situación, nadie viene para acá a solucionar nuestro estado”, aseguró Fuentes.
Estos matorrales también se prestan para arrojar basura y escombros, no de quienes allí residen sino de aquellos que se desplazan por la avenida Francisco de Miranda. En recorrido efectuado por el equipo de reporteros del diario La Región se pudo constatar dicha situación, además de la cantidad de botellas de licor acumuladas.
A caminar se ha dicho
Para arrojar sus bolsas de basura los lugareños deben desplazarse hasta los depósitos de desperdicios ubicados debajo del Puente Castro, pues no poseen lugar para colocar sus desechos. “Por aquí no puede pasar el camión por el estado de la vía, nos toca caminar”.
Sobre esta problemática de la vialidad, asegura Fuentes que el mal estado viene desde que “se completó la avenida Francisco de Miranda; en ese momento nos dijeron que arreglarían nuestras calles, lo que se convirtió en otra promesa incumplida”.
Grietas, huecos y aguas estancadas son las consecuencias de la destrucción de esta pequeña arterial vial. Los residentes que poseen vehículos deben lidiar con todos estos obstáculos para estacionar de manera adecuada y que sus carros no se vean afectados ante tantas troneras.
Inundados
En el terreno adyacente a esta comunidad, en el cual aseguran los vecinos no hay ningún tipo de proyecto, se producen constantes inundaciones cuando caen las lluvias, situación que atrae a los zancudos y que los afecta directamente en cuanto a la salud.
Entre las peticiones, los vecinos proponen construir un espacio deportivo, pues podrían beneficiarse no solo los pocos jóvenes que viven allí sino los de las demás comunidades de Los Teques. “Los muchachos podrían jugar allí cuando sus padres hacen compras en el mercado a cielo abierto, eso sí, primero deben resolver la cuestión de inseguridad”, puntualizó un hombre que prefirió no ser identificado.gf
Solo luz y agua
Al ser cuestionados sobre los puntos a favor que poseen en el sector, los residentes se limitaron a mencionar el servicio de agua y el eléctrico, a pesar del desorden del cableado con el que cuentan. Sufren apagones solo cuando ocurren en gran parte de la ciudad, pero ellos en específico no han tenido problemas.
Carlos Sosa – [email protected] / @carlossosa7