Abandonados. Esta es la realidad por la que pasan los vecinos de Los Pinos, en Ramo Verde; el mal estado de todo el sector los mantiene preocupados día a día, en especial por la cantidad de desperdicios que se acumulan produciendo gran contaminación.
«Todos nos vemos afectados”, aseguró Freddy Guarrín, joven vendedor que cuenta con una bodega en el lugar, específicamente frente a la montaña de basura que produce olores insoportables y que le complica sus labores.
El lugareño aseguró que llegan a extrañar al camión de recolección de basura hasta por tres meses, lo que provoca la acumulación de desechos, volviéndose “insoportable”. Cualquiera que se de una vuelta por la zona puede notar la gran cantidad de moscas y ratas que allí se encuentran. Adicionalmente aparecen perros y gallinas que aprovechan los restos de comida para alimentarse.
La salud es lo que más preocupa, pues la mayoría arroja sus desechos en dicho depósito y deben, aunque no deseen, inhalar los desagradables aromas.
Poco patrullaje
Por la lejanía del lugar con la entrada de Ramo Verde, se presta para que los antisociales hagan de las suyas, “necesitamos más presencia de efectivos de seguridad, lo máximo que pasan son dos veces a la semana y, en ocasiones, se ausentan hasta 15 días. Es preocupante porque está en juego nuestra integridad”, aseguro una vecina que prefirió no ser identificada.
En horas de la noche la situación se complica y conlleva a los habitantes a resguardarse en sus hogares al menos antes de las 8:00 de la noche para evitarse cualquier mala pasada de regreso a casa.
Varios de los consultados aseguraron, entre otras cosas, que aunque el servicio eléctrico no es alarmante, “no les haría daño una visita para chequear el cableado” debido a que de vez en cuando sufren bajones que se prolongan por varias horas.
Solo rústicos
La vialidad es considerada por los residentes de este sector como uno de los problemas más graves. Aquellos que cuentan con vehículo deberán “al menos chequearlo una vez a la semana para ver si todo está bien”, aseguró Erick Barboza, conductor de uno de los transportes que recoge a los pasajeros de la localidad.
En este ámbito, el de transporte, el servicio es intermitente, pues los usuarios deben esperar un tiempo considerable para que pase la camioneta; hay otros que prefieren caminar hasta la salida para abordar uno de estos autobuses.
Como la vía es completamente de tierra, en época de lluvia el lodo se hace presente en toda la vialidad complicando aún más la problemática.
Además, la carretera para ingresar a la comunidad presenta grandes fallas de borde, por lo que los conductores deben manejar con precaución sino quieren terminar cayendo en el barranco.
“Por lo menos”
El agua es uno de los pocos servicios que no presenta inconvenientes, “es normal, no tenemos problema”, aseguró Guarrín, quien dijo además que en lo referente a las aguas negras “se ve poco”. Dijo que si tuviera que destacar algo como la mayor controversia de la zona sería la basura.
Sin deporte
Las canchas para la recreación de los jóvenes que allí habitan brillan por sus ausencia, afirmó el bodeguero Freddy Guarrín. Se conoció además que muchos de los muchachos deben dirigirse hasta el sector La Cancha si desean distraerse con la práctica de algún tipo de disciplina como baloncesto o fútbol sala. Es por ello que los vecinos han pedido en múltiples ocasiones que se tome en cuenta esta localidad para solventar las innumerables fallas que presenta.
Carlos Sosa – [email protected] / @carlossosa7