Varias son las problemáticas que deterioran la calidad de vida de los habitantes de la capital Mirandina, una inseguridad latente, sumada a la contaminación ambiental y a la obstrucción de la vía pública por parte de los buhoneros son el pan de cada día para quienes cotidianamente transitan por las calles de Los Teques.
Patrullaje de cartón
A pesar de que la presencia policial es frecuente en zonas del centro de Los Teques, los arrebatones y robos son constantes, transeúntes afirman que después de las cinco de la tarde la policía se recoge y esta es la hora en la cual los malandros salen al asecho.
«La policía está pero no hace mucho, la gente tiene que arreglárselas para evitar ser víctimas del hampa. En el centro los malandros tienen de sopita a los estudiantes de bachillerato, constantemente roban a las muchachas a la salida de clases, hace falta mayor presencia policial pero que sea eficiente, en especial en El Cabotaje», dijo Alfredo Fernández, comerciante.
Miércoles de felicidad
Los miércoles son los únicos días de la semana en los que peatones y conductores pueden transitar con cierta libertad por las calles de la ciudad, esto debido a la ausencia de los vendedores informales de las aceras, no obstante, está medida no es acatada por todos los buhoneros, habitantes afirman que la diferencia es considerable al «es algo completamente diferente cuando no hay buhoneros, se puede circular con mayor libertad por el centro de la ciudad pero también se pueden observar todos los desperdicios que dejan en los lugares donde despliegan sus puestos» dijo Carlos Colmenares, habitante de Los Teques.
Encuestados también afirmaron que la presencia de los buhoneros en las calles contribuye con la delincuencia, puesto a que los choros pueden realizar sus fechorías y perderse entre la algarabía propia del centro de la ciudad, «uno tiene que caminar activo, sospechado de quienes lo rodean, con tanta gente en la calle te roban y no te das cuenta», refirió Colmenares.
Garcés a trabajar
Quienes transitan a diario por el casco central de la ciudad reconocen el asfaltado realizado por la alcaldía del municipio Guaicaipuro, en lo que se denominó como «La Fiesta del Asfalto», no obstante exhortan al alcalde Francisco Garcés a que se ponga las pilas con la recolección de los desperdicios.
«La basura es un cáncer que nos dejó el alcalde anterior y Garcés, en todo el tiempo que lleva de gestión, no ha sabido hacerle frente, el camión del aseo puede durar días sin pasar y la cosa es peor en las comunidades, donde puede durar hasta semanas», acotó Colmenares.
«Es bueno que hayan asfaltado las calles, nadie le quita lo positivo, solo espero que se siga trabajando y que busquen una solución al problema de la basura, en el caso del depósito que se encuentra llegando al terminal de Los Lagos, es impresionante la cantidad de basura u el tiempo que puede durar el camión recolector sin pasar, tienen que trabajar en eso», declaró Marisol Ruiz.
Contaminación a la orden del día
Las calles sucias y el humo de los autobuses son dos factores que influyen en la contaminación ambiental de la ciudad «esas unidades que botan ese humero no deberían circular, o por lo menos deberían multar a los conductores», dijo Ruiz. Aunado a esto, la contaminación sónica también deteriora la calidad de vida de quienes habitan el centro de la ciudad, música en altos decibeles, los cornetazos de los carros y la algarabía del comercio informal se han convertido en un dolor de cabeza.
Semáforos que dan pena
Varios semáforos, ubicados en diversos puntos de la capital Mirandina, no funcionan correctamente desde hace rato, ese es el caso de los que están ubicados en la avenida Bermúdez y en la calle Miquilén, donde conductores, motorizados y transeúntes hacen lo que mejor les parezca, puesto a que tampoco hay quién dirija el tránsito.
«Esto no es algo nuevo, ya tiene tiempo así y como que se hacen los locos para no repararlos, cada quién pasa como le da la gana», expresó Claudio Vargas.
Urge un cariñito
Plazas y otros lugares de esparcimiento claman por atención en la capital Mirandina, entre las más descuidadas destacan la de El Rincón, la Guaicaipuro y la Miranda, en esta última los peatones denuncian que la delincuencia hace lo que le da la gana.
Samuel Pérez – [email protected]/@Samuelgpf