Nicole Kidman se convirtió en la reina de la fiesta cuando caminó por la alfombra roja como invitada de honor en la Swisse Celebrate Life Ball en Melbourne.
Acompañada por el hombre más importante de su vida, su marido Keith Urban, la pareja parecía más feliz que nunca.
La estrella de cine ganadora del Oscar, sorprendió con un vestido de Prada de brazos descubiertos que se ajustaba perfectamente a su alto y esbelto cuerpo.
Mientras reía, la actriz se colocó un antifaz de plumas e incluso metió el mango de la máscara entre sus dientes, conviriténdose en un momento ideal para los fotógrafos.
Agencias