
Lo que empezó como un favor para unos amigos, quienes pidieron clases de música para sus hijos para distraerlos durante las vacaciones, se convirtió en el origen de la Orquesta Sinfónica de San Pedro de los Altos.
“Era agosto del 2012 y comencé un sábado con 8 niños, al siguiente fueron 13 y se fueron sumando hasta ser más de 30”, refiere el profesor Richard López Barrios, a quien le quedó pequeña la Casa del Pueblo de San Pedro, por lo que la directiva de la unidad educativa estadal vecina Juan de Dios Guánchez no tuvo inconveniente en prestar sus instalaciones los sábados desde mediodía hasta las 3:00 p.m.
Desde allí y con una plantilla de 87 jovencitos entre 7 y 17 años, funciona la orquesta “que formalmente es conocida como módulo de San Pedro, por ser dependiente del núcleo Los Teques, pero que buscamos sea reconocido como el núcleo San Pedro de los Altos, donde además está el coro Niños Cantores de San Pedro de los Altos, para contar con el subsidio y poder presentarnos en más lugares”, gestiones en las cuales está ayudando el consejo comunal para dar fe de la veracidad de la iniciativa.

A esta labor se ha sumado el maestro Gregory Carreño, director de la Orquesta de Miranda, quien donó 8 instrumentos, entre ellos violines y trompetas, así como sillas. También cuentan con grandes talentos que enseñan música, como Adriana Luna y Érica Walttuoni, que han pasado a impartir su experiencia entre los participantes, en su mayoría residentes de la parroquia del municipio Guaicaipuro.
Para la fecha han tenido cuatro presentaciones, siendo una de las más memorables la ejecutada en la iglesia de la comunidad, donde también actuó el coro.
La aceptación ha sido tal que más representantes han querido inscribir a los niños en la orquesta. “Como ya no tenemos cupos, iniciaremos cursos de lenguaje musical los sábados en la mañana”, añadió Richard, quien considera que la popularidad que ha ganado la iniciativa es gracias a los beneficios que ofrece.
“Desarrolla potencialidades que ni uno como representante conocía y lo más importante, los mantiene alejados del ocio y el vicio”, afirmó Marlene Acosta, tía de un niño de 10 años que está entusiasmado por ser parte de la orquesta.
-Al verlos la primera vez presentarse frente a la casa del pueblo me impresioné con el talento, por lo que todos esperamos que sean reconocidos como núcleo para contar con los beneficios económicos que les permitan trasladarse a otros lugares del país, y por qué no, hasta afuera, sin tener que estar pidiendo colaboraciones o un transporte prestado. Capaz y de allí sale el próximo Dudamel- afirmó.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl