Cuanto menos dice al respecto, siguiendo una estrategia que le ha dado muy buenos resultados, el gigante informático estadounidense Apple más alienta las especulaciones en relación con los productos que lanzará el martes próximo.
“Hubiéramos querido decirles más”, se limita a señalar la invitación distribuida por la empresa y acompañada sólo por la fecha del acontecimiento en el que Apple presentará en sociedad lo que anuncia como el producto más revolucionario concebido desde de la muerte de su legendario cofundador Steve Jobs hace cerca de tres años.
Apple tiene reputación de manejar con destreza el arte de la comunicación, y cada vez que se apresta a lanzar un nuevo producto lo rodea de un severo secreto.
Esa estrategia del silencio le reporta a la empresa, conocida también por generar productos que se labran una fama de indispensables, una cobertura mediática que reemplaza con creces los beneficios que podría obtener de costosas campañas publicitarias.
Una manía zen por el secreto
Para algunos analistas, la manía del secreto de Apple se remonta a 1997, cuando Steve Jobs retornó a la firma, que por entonces había perdido notoriedad.
Dos veteranos de Apple explicaron tiempo atrás a la AFP que la técnica del silencio como arma de márketing se origina en la filosofía del budismo zen, que Jobs había estudiado, y en la idea de que la atención de los medios de comunicación llena naturalmente el vacío producido por el silencio.
Hasta ahora, el recurso ha sido fructífero. Antes de cada lanzamiento, y durante semanas, los sitios electrónicos multiplican los artículos en los que glosan las características del nuevo producto, abundando en hipótesis y rumores.
Sin embargo, la compañía de la manzana se volvió algo más locuaz tras la partida, en mayo pasado, de su entonces directora de comunicación, Katie Cotton, a quien se le atribuye la imagen taciturna de Apple.
En estas dos últimas semanas, la empresa respondió muy rápidamente al pirateo de varias cuentas de famosos en “la nube” (iCloud). También emitió velozmente un comunicado tras la difusión de un informe en el que se criticaba a uno de sus abastecedores chinos que no había respetado normas sanitarias, ambientales y de seguridad.
AFP