
En el supermercado ubicado en el centro comercial La Hoyada se caldearon los ánimos y se fueron a los golpes cuando la harina de maíz precocida llegó al abasto a Bs.12,40 en horas del medio día donde solo pudieron llevar seis paquetes por persona.
Los usuarios no dudaron en correr cuando les indicaron por el parlante que la harina había llegado al supermercado, la cual no duró ni diez minutos en las paletas de descarga. Los consumidores tomaban las pacas, abrían y se auto distribuían de manera desorganizada.
“No estamos de acuerdo con esto, las personas deben evitar perder los estribos cuando llega la harina o la leche” indicó un trabajador.
Después de que se formaran largas filas en el supermercado y se agotaran las harinas que habían llegado, Yackelin Rivas reclamó a la vigilante que se encontraba en la puerta porque se encontraba detrás de ella mientras compraba los artículos.
“No es la primera vez que me pasa, cada vez que vengo para acá siempre está detrás de mi y mi suegra” aseguró Rivas.
Al cabo de unos minutos se fueron a los golpes por este reclamo donde Rivas y la trabajadora se lanzaron objetos contundentes para maltratarse, mientras que los demás efectivos trataban de mantener el orden.
La consumidora denunció que en todo el ajetreo su hijo que llevaba en los brazos resultó golpeado de un bofetón.
También algunos lugareños denunciaron que los trabajadores tomaban las pacas de harina y las guardaban para comprarlas completas una vez que se bajaran los ánimos.
Los guaicaipureños y trabajadores instaron a los demás lugareños a mantener la cordura cuando distribuyan alimentos de primera necesidad y se encuentren un situaciones irregulares, además denunciaron que no contaron con efectivos policiales mientras suscitaban.
Moisés Mercado – [email protected] / @MoisesMercado