A Carmen Gutiérrez le tocó ayer salir de cacería. Para comprar ocho productos tuvo que recorrer cuatro locales comerciales, calarse cinco horas de cola y gastar el doble de lo que tenía presupuestado; “lo que estamos viviendo es un martirio”, sentenció.
Antes de las 9:00 am ya Carmen, madre de un bebé de seis meses, estaba haciendo la cola en Tequejumbo, uno de los establecimientos más grandes de la calle Ribas de Los Teques; la noche anterior su comadre, cuyo hijo trabaja en el comercio, le había “pitado” que venderían pañales.
“Llegué temprano, igual me tocó hacer algo de cola; al final me llevé lo que me permitieron”, reseña. Los encargados del negocio ordenaron vender cuatro paquetes de pañales por persona, “aproveche y compré desodorante que también había”. Ayer miércoles también vendieron en el Locatel ubicado en el centro comercial La Hoyada pañales para adultos y niños.
De la calle Ribas Carmen corrió al Todo Oferta ubicado en el bulevar Vargas, pues una amiga que hizo minutos antes la cola para adquirir los pañales le comentó que estaban vendiendo acetona y maquinas de afeitar, “tengo semanas detrás de esos dos productos, por lo que no me importó calarme la colita”, agregó.
A unos pocos kilómetros de distancia, en el supermercado Salva ubicado en la avenida Bermúdez, a la fila de madres desesperadas por comprar leche se le sumaba Carmen. “Están vendiendo leche en polvo La Campesina, dos por persona; aunque me queda un poquito en la casa prefiero aprovechar y comprar, igual ya perdí toda la mañana”, dijo.
La joven madre culminó su periplo de cinco horas esperando ser atendida en el comercial Los Llanos, ubicado en el bulevar Vargas; allí pudo comprar jabón en polvo, “increíble, no se imaginan lo que puede hacer una mujer por jabón para lavar, uno entra en desespero”, agregó entre risas la dama, quien a pesar de que califica como una “tragedia” lo que están viviendo los venezolanos producto de la escasez y la inflación, no pierde la esperanza de que todo mejore.
“Me gasté el doble de lo que tenía presupuestado, el sueldo se vuelve agua; ya veré de donde saco dinero para comprar lo que falta”, puntualizó Carmen, quien califica como “negras y tristes” estas navidades.gf
Daniel Murolo – [email protected] / @dmurolo