Levis Ávila, jefe del organismo policial señaló que los hechos se suscitaron cuando los familiares exigieron a los funcionarios que se encontraban custodiando el lugar que extendieran la hora de visitas, que ya había sido prorrogada una hora y media
Seis privados de libertad y tres funcionarios heridos fue el saldo de una autentica batalla campal registrada la noche del 31 de diciembre en los calabozos de la Policía Municipal de Guaicaipuro, sede ubicada en la planta baja del boque uno de la urbanización Cecilio Acosta de la capital mirandina.
El enfrentamiento entre los reos y efectivos de diferentes cuerpos de seguridad se inició pasadas las 4:00 de la tarde cuando por un error de uno de los funcionario de la policía municipal se le escapó un tiró que terminó hiriendo, según denuncia de familiares, a uno de los detenidos.
Rebeca Pavón, pariente de uno de los reos, detalló que la visita del pasado miércoles fue extendida de las 2:00 de la tarde hasta las 4:00 pm por tratarse del último día del año. “Nos dieron permiso de estar con ellos –los presos- dos horas más, todo transcurría normal hasta que hubo el disparo”, dijo.
“Cuando íbamos saliendo a un funcionario supuestamente se le escapa un tiro, lo que es mentira, la bala le atravesó el pie a uno de los detenidos, fue cuando se alteraron los ánimos y los presos cerraron la puerta quedando la visita atrapada”, narró.
Durante varias horas, mujeres y niños que se encontraban dentro de la Sala de Guarda y Custodia de la sede de ese organismo quedaron atrapados, hasta cerca de las 6:30 de la tarde cuando se presentó un fiscal quien junto al director de Poliguaicaipuro acordó con los familiares la salida pacífica de las instalaciones.
– Dicen que la visita fue secuestrada, pero eso es mentira, nosotros nos quedamos para proteger a los muchachos, además no podíamos salir, todos se volvieron como locos.
Moisés Castillo, Sujeidi Monte e Hilda Leal, parientes de los reos involucrados en el hecho, indicaron que tras el acuerdo en el que se comprometían a no maltratar a los detenidos y garantizar la visita de este jueves -primero de enero- decidieron retirarse de la sede.
“Esperaron que nos fuéramos los familiares para mandar a unos guardias nacionales a maltratar a nuestros muchachos, los vecinos nos llamaron para advertirnos lo que estaba pasando”, denunciaron.
Según residentes del bloque uno, cerca de las 9:00 de la noche y tras derribar la puerta de la sede, efectivos de la Guardia del Pueblo, Cicpc y Poliguaicaipuro entraron a la fuerza y sacaron a los detenidos. En el hecho habrían resultado heridos al menos 7.
El registro de la sala de emergencia del Hospital Victorino Santaella reseña el ingreso de Boscán Wilfredo, Francisco Rodríguez (28), Terán Valera Juan Carlos (31), quienes presentaron heridas de arma de fuego. Igualmente fueron atendidos Medina Gómez Carlos Javier (29), Franco Coronado Marchena (22), Yamber Scot (24) y Oscar Martínez (23), todos reclusos.
Para las 11:00 de la mañana de ayer a los familiares se les había impedido ver a los detenidos, permanecían en las adyacencias de la sede policial, exigían la presencia de un fiscal y del Defensor del Pueblo de Miranda.
Denunciaron que medio centenar de hombres permanecen hacinados en una celda con capacidad para menos de 20 personas. Aseguran que las condiciones “infrahumanas” en las que deben permanecer fue lo que detonó los hechos. “La mayoría son inocentes, son muchachos que tienen desde 30 días hasta más de un año en esos calabozos”, indicaron.
Exigen justicia
Hilda Leal, quien desconocía el estado de salud de su hijo, pidió la intervención del referido cuerpo de seguridad local, “ya es hora, vivimos en Los Teques y todos nos conocemos, merecemos una policía que de verdad sea humanista, que respete los derechos humanos, que revisen los expedientes de verdad, que se acabe la persecución contra los familiares, el tráfico de influencias, el matraqueo, cómo se explica que dentro de los calabozos habían 27 casas de cerveza, mientras a nosotros no nos dejan pasar ni agua”, denunció.
Versión oficial
Levis Ávila, jefe del organismo policial señaló que los hechos se suscitaron cuando los familiares exigieron a los funcionarios que se encontraban custodiando el lugar que extendieran la hora de visitas, que ya había sido prorrogada una hora y media, y además les permitieran ingresar bebidas alcohólicas, ante la negativa de los efectivos, la situación se tornó tensa al extremo que uno de los funcionarios fue sometido a la fuerza por los alzados, por lo que tuvo que hacer un disparo de advertencia, sin provocar heridos, situación que alertó a sus compañeros quienes lo rescataron, mientras los retenidos tomaban el control del Núcleo Policial.
Ante esta situación se hizo necesaria la activación del protocolo de acción diseñado para evitar fugas masivas con la colaboración de los cuerpos de seguridad, Cicpc), Guardia Nacional, Sebim y Policía de Miranda.
La jornada de negociaciones se extendió hasta aproximadamente las 9:30 pm, cuando los reclusos comenzaron a violentar las puertas de la Sala de Evidencias del organismo policial, donde se encontraban bajo resguardo 11 armas de fuego y municiones, por lo que se procedió a ordenar la recuperación del control del núcleo policial, acción que se extendió hasta aproximadamente las 3:00 de la madrugada.
Destacó que durante el restablecimiento del orden del área tomada se produjo una batalla campal que dejó un total de tres funcionarios lesionados, así como de 20 de los reclusos alzados, quienes resultaron “levemente heridos con perdigones”.
Daniel Murolo
[email protected] / @dmurolo