
El copiloto del avión de Germanwings que presuntamente hizo colisionar el Airbus A320 en los Alpes franceses ocasionando la muerte de 150 personas, se llamaba Andreas Lubitz, un joven nacido en la pequeña localidad de Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado (oeste de Alemania).
El copiloto del vuelo que cubría la ruta Barcelona, España – Düsseldorf, Alemania, de 28 años, tenía una experiencia de 630 horas de vuelo y había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013, según informó un portavoz de la aerolínea alemana Lufthansa.
«Cumplió su sueño de volar, sueño que ahora ha pagado caro con su vida», manifestaban sus compañeros del Club de Deportes Aéreo (LSC Westerwald) de Montabaur, en recuerdo de un joven que, señalaban, «comenzó como piloto de planeadores y llegó a ser piloto de un Airbus A320».
La alcaldesa de Montabaur, Gabriele Wieland, explicó a la agencia de noticias alemana «dpa» que el joven había vivido con sus padres y tenía también un alojamiento en Düsseldorf.
Este jueves el fiscal encargado de la investigación reveló que el copiloto alemán accionó voluntariamente el descenso del avión y se negó a abrir la puerta al piloto. “Probablemente el copiloto tenía «la voluntad de destruir avión» de Germanwings”, afirmó el fiscal.
Dijo que la grabadora de voz – de la que tienen transcripción de los últimos 30 minutos – muestra que Lubitz respiró hasta antes del momento del impacto, lo que significa que él estaba consciente de que iba a estrellarse y a matar a 144 pasajeros y cinco miembros de la tripulación.
«Durante los primeros 20 minutos, los pilotos hablan normalmente de manera alegre y cortés. No ocurre nada anormal», aseguró. Luego el piloto al mando pide al copiloto tomar el control, se escucha el ruido de un asiento y el cierre de la puerta. «En esta etapa , el copiloto está en paz».
Momentos después, señala el fiscal que se oye al piloto al mando pedir acceso a la cabina de mando «varias veces». «Él se identifica pero el copiloto no proporciona ninguna respuesta».
Según analistas, el piloto debía seguir un procedimiento para volver a entrar pero puede ser posible que el copiloto haya activado un interruptor que no permitió el acceso del capitán a los controles.
Aunque se ha establecido que Andreas Lubitz, accionó voluntariamente el descenso del avión que se estrelló con 150 personas a bordo en los Alpes franceses, el fiscal aclara que “nada induce a pensar que se trate de un atentado terrorista».
«Andreas murió como primer oficial de servicio en la catástrofe aérea», publicó en su página el Club de Deportes Aéreo (LSC Westerwald) de Montabaur, del que era miembro, al conocer la noticia del accidente el pasado martes.
EFE