
La imagen es recurrente. Cada vez que se forma una larga fila frente un comercio al menos la mitad, se reduce a colas sin razón.
La mañana de ayer lunes, en comercializadora Makro, habían al menos 100 personas en cola al preguntarles qué producto estaban vendiendo la respuesta fue igual en al menos 10 oportunidades. “No sabemos que van a sacar”, dijo, Daniel Méndez, comprador.
Al menos 110 comercios de la capital mirandina, incluido el supermercado Central Madeirense lucían largas filas de usuarios a la espera de adquirir un producto de la lista de más buscados. En la Hoyada vendieron dos kilos de Leche completa y dos margarinas a precio regulado. En un local de comerciantes asiáticos de la calle Miquilen ofrecieron jabón en polvo y toallas sanitarias.
En otros expendios sin embargo, a pesar de ser lunes y que es el día de compra de los terminales de cédula 0 y 1 no había ni siquiera un solo producto de los regulados. “Los lunes siempre es igual no hay nada en ninguno de los locales con control de cédula”, dijo María Mata, compradora.
Pola Del Giudice Ortiz
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