El primer mandatario regional propuso a Obama reconducir las relaciones bilaterales a partir de un diálogo basado en el respeto mutuo, pero condicionado en cuatro puntos, entre los que citó «derrocar» el decreto con el que EE. UU. considera a Venezuela una «amenaza»
Los jefes de Estado y de Gobierno destacaron en sus discursos durante la VII Cumbre de las Américas el nuevo escenario continental de «unidad y diálogo», pero advirtieron que ya no hay cabida para medidas «unilaterales» que cuestionen a las democracias. Con la asistencia de los 35 países del continente se desarrolló una intensa jornada llena de emociones por la presencia por primera vez de Cuba, que se encuentra en un proceso de restablecimiento de relaciones con EE. UU., y la condena unánime a un decreto del Gobierno estadounidense que considera que la situación en Venezuela es una «amenaza».
Uno de los discursos más esperados fue el del presidente cubano, Raúl Castro, quien asistió a su primera Cumbre de las Américas, y nada más empezar con su intervención dijo: «ya era hora de que yo hablara aquí a nombre de Cuba».
Un Castro emocionado justificó que su intervención durara más de 40 minutos, cuando el tiempo era de solo 8, porque «como deben seis cumbres que excluyeron (a Cuba), 6 por 8: 48″ minutos tocaría hablar», señaló.
Raúl Castro hizo un relato histórico de «agresiones imperialistas» a América Latina, pero exculpó de ellas al mandatario estadounidense, Barack Obama, ya que él no era responsable de la política impuesta por los anteriores presidentes estadounidenses.
Momentos antes, fue el turno del presidente de EE. UU., quien dijo que su país «no será prisionero del pasado» con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y la isla habrá progresos pese a las «diferencias».
«La Guerra Fría ya terminó» y «no estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera», afirmó Obama de manera tajante.
A su turno, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo que Obama «ha cometido una agresión» con su decreto sobre la «amenaza» que supone Venezuela, pero le concedió que «no es» como su antecesor en la Casa Blanca, George W. Bush.
Maduro propuso a Obama reconducir las relaciones bilaterales a partir de un diálogo basado en el respeto mutuo, pero condicionado en cuatro puntos, entre los que citó «derrocar» el decreto con el que EE. UU. considera a Venezuela una «amenaza».
El primero en intervenir en la sesión plenaria fue el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien propuso la creación de un sistema interamericano de educación y destacó que la participación de Cuba «levanta un escollo» en las relaciones del continente.
A su turno, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció que EE. UU. «continúa con ilegales intervenciones» en América Latina, y que llegó la «hora para la segunda y definitiva independencia» de la región.
Vía EFE