
A pesar de su ilegalidad y su evidente rechazo social, el aborto es una practica bastante difundida en la capital mirandina y sus alrededores y muchas personas están dispuestas a pagar altas cantidades de dinero para interrumpir embarazos no deseados.
En una investigación especial realizada acerca de este fenómeno y su relación con la actual falta de anticonceptivos y preservativos en farmacias locales, encuestados aseguran que muchos de ellos, incluso familiares y amigos, han llegado a pagar entre 27 y 30 millones de bolívares por un aborto.
“Eso es lo que cuesta interrumpir un embarazo en un sitio cuyas condiciones se pueden catalogar como decentes en cuanto a salubridad y profesionalismo de los médicos, es decir, en un consultorio normal”, aseguró una mujer de 23 años quien prefirió ocultar su identidad.
Agregó que los mismos médicos le han asegurado que en el último año la cantidad de pacientes que le acuden a centros de salud para realizarse curetaje ha aumentado exponencialmente y con ello los precios del servicio.
“La razón, según ellos, es que no consiguen insumos y que los materiales son costosos; sin embargo es una cantidad de dinero exorbitante para un procedimiento de este tipo pues no todo el mundo lo hace para interrumpir premeditadamente un embarazo sino que muchas mujeres pierden el niño de firma natural y por el curetaje les cobran la misma cantidad de dinero”, finalizó.
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