A una semana del desalojo habitantes de la Panamericana duermen a la intemperie

Invasion
Más de 200 familias están esperando respuesta habitacional por parte del Gobierno

A la deriva. Así quedaron las más de 219 familias que vieron cómo hace una semana demolieron sus casas ubicadas en el kilómetro 3 de la carretera Panamericana, donde tumbaron las viviendas en riesgo pero dejaron a la buena de Dios a quienes tenían casi una década viviendo en la zona.

Cartones, láminas de zinc golpeadas y madera son algunos de los implementos que han recuperado de los ranchos tumbados para improvisar tarantines, resguardarse de la lluvia y pasar la noche mientras resuelven a dónde ir.

Esa es la historia de Rosalba M., de 49 años, que en busca de mejoras de vida salió de su natal ciudad de San Cristóbal para probar suerte junto a su esposo y tres hijos en Caracas. “Nos topamos con una realidad muy dura y un compañero de trabajo de mi esposo, obrero, nos dijo que estaba alquilando un rancho en la Panamericana y allí nos metimos porque el precio era accesible”, relató la dama que armó un campamento frente a lo que fungía como vivienda.

Aunque muchos vecinos sabían lo que se avecinaba a propósito de la construcción del Parque Hugo Chávez, anuncio realizado en el año 2013, Rosalba ignoraba todo hasta que fue despertada de manera brusca mientras vecinos gritaban que la Guardia Nacional había tomado El Cují.

–Había escuchado de los fulanos operativos por el caso de la Cota 905, así que no me sobresalté porque imaginé que irían por los mala conducta de la zona, pero cuando vi que comenzaron a sacar a todo el mundo de sus casas me asusté.

Aunque especulaban que los habitantes serían trasladados a refugios y luego asignados en la Misión Vivienda, solo las pertenencias de los afectados fueron resguardadas. “Todas mis cosas están encerradas supuestamente en La Yaguara, tenemos una semana con la misma ropa; es una situación increíble”, dijo.

A una semana del desalojo no ha habido una versión oficial sobre el destino de estas personas. “Algunos han pedido alojamiento a familiares, unos más evalúan otros terrenos para invadir mientras yo rezo para que todo pase”, dijo.

Más cola

Desde la realización del operativo ha aumentado considerablemente el retraso en los kilómetros bajos de la carretera Panamericana debido a que los conductores curiosos bajan la velocidad para echar el ojo a los nuevos tarantines.

“Me parece que es un show de año electoral. Se supone que si desalojan deben garantizar un nuevo espacio a estas personas que ahora están expuestas a un riesgo mayor, sin un techo bajo el cual dormir (…) Ni hablar de los antisociales que andan buscando recuperar comprar sus cosas robando a los choferes”, denunció Adrián Guzmán, trabajador que reside en la capital mirandina y labora en Chacao, lo que lo hace ser un “visitante” asiduo de la vía expresa.gf

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net / @michellejrl

 

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