A duras penas mantienen abiertos los puestos de venta de carne en el mercadito a cielo abierto que cada domingo es instalado en la antigua avenida Arvelo de la capital mirandina, donde cada semana llegan menos cortes de carne y a más altos precios.
“Estamos viviendo la peor época del sector cárnico en el país. Lo poco que se consigue está sumamente costoso y hay que lidiar con los márgenes de ganancias, cada vez menores, para incentivar las ventas”, explicó Manuel Silva, quien detalló que a inicios de año vendían en una jornada dominical 200 kilos de carne y ahora no llegan ni a la mitad.
Aparte de ofrecer menos variedad, los precios espantan a la gente. “Un kilo de carne que a inicios de año vendíamos en Bs. 300 ya está en 950 y estamos hablando de bistec, un básico del plato del venezolano”, añadió, señalando que las personas optan por llevar propuestas más económicas y rendidoras como las costillas de res, ofrecidas en Bs. 550 el kilo.
“Un kilo de chuleta está sobre los mil bolívares, la carne de guisar no baja de Bs. 750 y el hígado está en 600; de verdad que cada día es más tormentoso preparar la comida para la familia, más durante la época vacacional que los chamos están metidos todo el día en casa y hay que darles desayuno, almuerzo, cena y meriendas. Es una situación agotadora”, afirmó Mayra Gómez, habitante de Lagunetica.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl