
“A la orden, no coma cuento, coma huevo”, grita un enérgico vendedor en el mercadito a cielo abierto de la avenida Francisco de Miranda, donde medio cartón del producto no se ubica por menos de Bs. 340.
“Antes el huevo era la solución cuando no había charcutería en la casa, hasta uno preparaba un periquito; con lo caro que está todo comerlo se ha convertido en un lujo. La unidad es ofrecida en Bs. 35”, se quejó Érika Lugo, quien optó por no llevarse el cartón.
–Cada día hay menos opciones para comer: los precios de verduras, hortalizas y frutas están por las nubes, al igual que los de la carne y el pollo; para acceder a la mercancía regulada hay que hacer colas de hasta cinco horas, si me pongo en ese plan no trabajo y si no lo hago no produzco.
Consumidores consultados señalaron que el precio del cartón de huevos varía cada semana “y siempre es para beneficio del vendedor, jamás del cliente”, opinó Rafael Rodríguez, quien optó por llevarse un kilo de yuca para el almuerzo de este domingo.
–Lo peor es que si el Gobierno le mete mano a este producto y lo regula correrá el mismo destino que el resto de la mercancía: desaparecería de los puntos de venta y para hallarlo habría que desembolsillar tres veces más de lo que ya se está pagando. Estamos viviendo lo que parecen ser los días más insólitos de nuestra existencia.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl