La entrada para sentarse en las gradas del Estadio Universitario de Caracas para disfrutar de nueve inings de pasión pelotera pasó de 90 bolívares en la temporada anterior a Bs. 500.
“Me acuerdo cuando pagaba Bs. 10 por las gradas que se supone que es el lugar menos favorecido para apreciar un juego; sin embargo, cuando uno va en grupo a lo que menos le presta atención es a la ubicación, pero ahora para ir en familia hay que pensárselo dos veces porque si van cinco personas ya son 2.500 bolívares solo en entradas”, dijo Jorge Querales, fanático de los Leones del Caracas.
–La entrada que el año pasado compraba en Bs. 500 no baja de 1.200 bolívares en los laterales, pero lo más crítico es que cuando uno no llega temprano ya no queda nada en taquilla y se termina cayendo en las manos de los revendedores que no te ofrecen esa misma entrada por menos del doble. Hay toda una mafia operando tanto dentro como fuera del recinto deportivo.
Después de superar el “dolor” de pagar una entrada hasta 600 % más cara con respecto al año pasado, hay que pensar en qué comer porque los tradicionales bocadillos que son ofrecidos no bajan de Bs. 500, como es el caso de los tequeños que en 2014 se podían llevar por 120 bolívares.
“Típico que uno quiere relajarse y tomarse varias cervecitas pero ya la Regional te sale en Bs. 120 y hay que estar pendiente cuando la sirven porque van dejando fonditos de cada botella y cuando ya la gente está alegre le dan mezcla de ese residuo”, denunció Germán Contreras, fanático de los Navegantes del Magallanes.
–Ya no solo hay que conservar los vasos para llevar las cuentas de cuantos tragos son sino también sacar la cuenta porque de lo contrario te quieren cobrar de más. La chuchería tampoco escapa de los estragos de la inflación, por lo que lo recomendable para quienes lleven chamos es cargar su chocolate debajo del brazo a menos que quieran sacar 250 bolívares por un Savoy pequeño. De verdad que todo se ha vuelto un robo.
Justificación
Los incrementos de precios no han pasado inadvertidos entre los fanáticos que aunque pagan no dejan de quejarse. Ante la ola de comentarios, desde la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) explican que la inflación ha encarecido los precios de hospedaje para los peloteros, a quienes además hay que cancelarles pasajes aéreos, traslado en autobús privado, seguridad y demás servicios.
“Uno entiende que cada club es una empresa y como tal busca generar dividendos; está claro que es un negocio pero también deben entender que es una de las pocas distracciones que le quedan a los venezolanos, por lo que deben buscar cómo afectar al mínimo posible a los fanáticos”, opinó Mario Pérez, quien se quedó sin poder entrar al estadio este lunes.
–Pese a la situación país siguen forrados en patrocinantes que dan para costear estos encuentros. Si seguimos así en un par de años estos juegos de pelota en vivo solo podrán ser disfrutados por unos cuantos.
Dolor de cabeza
Los fanáticos altomirandinos deben esforzarse más de la cuenta para llegar a Caracas a disfrutar de un juego. “Con los trabajos de ampliación de la autopista Valle – Coche es un suplicio, por lo que este lunes opté por irme por la carretera vieja Caracas – Los Teques que no es precisamente la más segura ni está en el mejor estado para transitarla”, dijo Alejandro López, quien fue el lunes al encuentro de Tiburones de La Guaira y Navegantes del Magallanes.
–Cuando al fin llegué por supuesto el estacionamiento del estadio estaba full, por lo que no había más opción que aparcar en la calle que estaba llena de sujetos con mal aspecto que dicen que te cuidan el carro por Bs. 500. Tuve que darle el dinero porque de lo contrario temía que me lo rayaran o cuando llegara estuviera en cuatro bloques (…) Ahora para ver un juego hay que llevarse una paca de billetes.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl