Apáticas. Así describen los comerciantes las ventas navideñas del 2015, cuando para la fecha no han llegado las hojas de hallacas, así como los ingredientes necesarios para su relleno (aceitunas, alcaparras y pasas).
La situación parece generalizada en los Altos Mirandinos, donde hasta hace unos tres años desde el mes de septiembre los mercados ofrecían todos los productos necesarios para elaborar el calórico plato, pero que hoy, exhiben apenas un tercio de lo que incluye la canasta alimenticia.
“El espíritu navideño no ha llegado a Los Teques”, responde Eugenio Gómez, encargado de un mini mercadito de la ciudad cuando se le interroga sobre las ventas. “No sé qué pasa con los proveedores y distribuidores porque hasta la fecha no han ofertado lo necesario para la temporada. Lo peor es que vemos que la gente tampoco está muy afectada por eso; de hecho, son contadas con una mano las amas de casa que han venido preguntando por estos productos navideños”, dijo.
–Entre la escasez de productos, la inflación que hace que todo esté más caro toda la semana, las protestas que hacen que a uno se le vaya la vida en la Panamericana y las elecciones, nadie está pendiente de la Navidad; lo cierto es que no hay movimiento, al menos no en el rubro en el cual yo me desempeño, que en teoría es el más movido, porque el venezolano nunca sacrifica la papa; pero este año el panorama no es muy alentador.
Para arriba
Aunque en muchos negocios los ingredientes para las hallacas no han llegado, los comerciantes manejan la lista de precios, e incluso el porcentaje que se tiene pensado aumentar para el mes de diciembre.
Así lo explicó el entrevistado, quien detalló que en el caso de las hojas lavadas, el paquete que el año pasado costaba Bs. 80 este año será ofrecido en no menos de Bs. 200; precio que puede alcanzar los Bs. 300 en plena temporada.
-Quienes tienen pensado elaborar hallacas para venderlas, deberían comenzar a hacerlas desde ahora, porque en diciembre, con el aumento de precios, ellos se verán obligados a subir también, lo que molesta y ahuyenta a los compradores, quienes la pagan con el vendedor, sin entender que nosotros estamos atados a toda una cadena que empieza con el productor. Desde que el producto sale de la tierra, hasta que llega a manos del consumidor final, hay una larga lista de personas involucradas; cada eslabón va aumentando un poco para poder obtener la ganancia; después de todo nadie trabaja por amor al arte y todos tenemos una familia que alimentar y un Niño Jesús que regalar.
Ropa fría
El rubro alimenticio no es el único afectado por la apatía de los compradores, pues en materia de ropa y calzado, la situación no es más alentadora.
“Sabemos que la mujer venezolana es muy coqueta, y constantemente está actualizando su guardarropa. Antes era religión comprarse dos estrenos; pero con la crisis esta práctica ha quedado relegada para los consentidos de la casa”.
Así lo expresó Karina Bruzual, trabajadora informal de avenida La Hoyada, quien detalló que con la inflación todo se ha trastocado. “Antes las madres se llevaban dos pantalones, dos camisitas, dos pares de zapatos y una chaqueta gruesa para los chamos; ahora sólo adquieren un pantalón, dos franelas y un par de zapatos”.
-La gente está cazando ofertas y aprovechando el 30 % de descuento que están obligadas a cumplir las tiendas; y es normal, porque con lo caro que está todo, deben rendir el presupuesto, sobretodo en aquellas familias donde hay niños a quienes hay que comprarle su regalo del 24 de diciembre. Cada año es más difícil cumplir con todas las tradiciones, las cuales se van transformando de acuerdo al presupuesto que se maneje.
Jugueterías vacías
En las vidrieras de las jugueterías apenas comienzan a exhibir lo nuevo en mercancía para los reyes del hogar; sin embargo, son pocos los padres que se acercan a evaluar las opciones.
“Como que los chamos no le han escrito la carta al Niño Jesús ni han decidido qué pedir, pues no se ve el típico movimiento de adultos preguntando por un producto específico o el precio. Esperemos que para la próxima quincena se active todo”, dijo Gloria Ortiz, encargada de una juguetería ubicada en el centro de la ciudad, quien detalló que “aunque conocemos la preferencia de las niñas por las Barbies, son pocas las que tenemos; mientras que para los varones solo tenemos un par de modelos de carritos a control remoto y bicicletas (…) La navidad no termina de llegar; los pensamientos de la gente están en otra cosa”.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejlr