El presidente se comprometió a publicar «todos los datos» de cada área estatal para que sus compatriotas conozcan cómo estaba el país cuando asumió
El presidente Mauricio Macri expuso el martes un panorama sombrío sobre la situación de Argentina al afirmar que está atravesada por la incompetencia del Estado, el estancamiento del crecimiento y la inseguridad, y exhortó al Congreso a apoyarlo en las reformas necesarias para llevar a cabo una «transformación».
En la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, Macri afirmó que al iniciar su gestión hace poco más de dos meses encontró un Estado mal gestionado que «ha mentido sistemáticamente», lo que ha minado «la credibilidad en Argentina».
«Encontramos un Estado desordenado, con instrumentos de navegación rotos, en el que faltan documentos», enumeró el mandatario, un conservador que sucedió en el poder a la peronista Cristina Fernández (2007-2015).
Durante su discurso, Macri se quejó de que ese Estado abocado al «despilfarro y la corrupción, plagado de clientelismo», no ha brindado prestaciones adecuadas a los argentinos.
El presidente se comprometió a publicar «todos los datos» de cada área estatal para que sus compatriotas conozcan cómo estaba el país cuando asumió.
Al respecto dijo que la anterior administración dejó un 29% de pobres y a «42% de la población sin cloacas».
«Necesitamos volver a crecer cuanto antes», afirmó Macri, quien consideró una prioridad generar más trabajo y combatir la inflación, que calculó en más de 20% anual y de 700% en los últimos diez años.
Macri se quejó además de que las políticas de seguridad heredadas «son un fracaso». Afirmó al respecto que «este es un país próspero para los traficantes» y que «todo el sistema de defensa está desatendido».
«Somos un país que recibe droga, la transforma, la vende internamente y la exporta», sostuvo el mandatario, que mencionó estudios internacionales que sitúan a Argentina como el tercer país proveedor de cocaína del mundo.
Según Macri, «será tarea de la justicia investigar si esta situación fue fruto de la desidia, la incompetencia o la complicidad».
También consideró deficientes los sistemas educativo y de salud, así como la infraestructura vial, con «40% de las rutas en pésimo estado», males que atribuyó a la «corrupción e incompetencia» que, a su parecer, primaron durante el gobierno de su antecesora.
Para superar el estancamiento, Macri señaló que será necesario resolver el problema de la deuda que arrastra el país desde hace más de 14 años a raíz de su litigio con un grupo de acreedores y, en ese sentido, pidió el apoyo de los legisladores para aceptar los términos contenidos en el preacuerdo alcanzado con el grupo de bonistas internacionales más duros en la negociación, anunciado la víspera en Nueva York, y que supone el pago de más de 4.600 millones de dólares.
«Confío en que va a primar responsabilidad sobre retórica y vamos a construir los consensos necesarios», dijo Macri, cuyo partido no tiene la mayoría en el Congreso y necesitará del peronismo opositor para derogar dos leyes que dificultan el pago a los bonistas litigantes.
Opositores interrumpieron el discurso del presidente con abucheos y carteles en su contra, especialmente cuando señaló que la subida de los precios fue la peor herencia recibida. «Que defienda al pueblo», gritaron legisladores simpatizantes de Fernández.
El mandatario respondió pidiendo «respetar el voto de la democracia».
Entre los proyectos que enviará al Congreso, Macri mencionó la «devolución del IVA en los productos de la canasta básica alimentaria» para sectores vulnerables.
Con el fin de combatir el narcotráfico y otros delitos, propondrá la reforma del código penal, la ley del arrepentido y el decomiso de bienes provenientes del crimen organizado.
Además instará a una reforma de la justicia, otra del sistema electoral y la aprobación de una ley de compras públicas para «romper bolsones de corrupción»
AP