Bs. 100 mil es la tarifa mínima por la calcomanía que hace que seas intocable para los choros
El modus operandi es manejado en Tocorón, estado Aragua, desde donde se manejan “rescates” de carros a diestra y siniestra, llevando a personas a acudir al penal los domingos como si fueran visitantes, pero en vez de llevar comida van a negociar cómo recuperar su propiedad
Invisibilizarte. Esa es la promesa publicitaria que hacen los miembros de la banda “El Tren de Aragua”, la cual funciona en el Centro Penitenciario de Aragua, mejor conocido como Tocorón, donde de acuerdo al vehículo lo “aseguran” por un monto.
“La tarifa mínima son 100 mil bolívares pero puede multiplicarse hasta por 10, sobretodo si se trata de camionetas de años recientes”, afirmó un efectivo castrense, que conocedor de la situación no hace nada por detenerla, “porque no hay como frenarlos, así que es mejor hacerse de la vista gorda y no meterse en problemas”, aseguró quien habló a cambio del anonimato.
–Te dan una calcomanía especial con el logo que identifica a la banda y ya los choros que están afuera saben que ese carro es caca porque el dueño está pagando su vacuna para garantizar que no se lo roben ni desvalijen. En unos casos las cuotas son mensuales, en otros hacen acuerdo cada seis meses. Mientras más pagan más protegidos están los conductores.
El relato transcurre con la misma normalidad con la que reconoce que en el penal existe una piscina con la forma del ratón más conocido del planeta: Micky Mouse, así como un zoológico para que tanto presos como sus visitantes se distraigan a bordo de las motos cuatro ruedas que usan para hacer el recorrido, un restaurante para degustar exquisitos platos y la famosa discoteca conocida como “Tokio”, donde afamados cantantes han hecho presentaciones, sobretodo cuando se trata de fechas emblemáticas como el Día de la Madre, el Padre y El Niño, respectivamente, así como Navidad y Año Nuevo.
“Es una mafia muy grande e instaurada. Muchos presos prefieren mantenerse aquí porque aparte de las comodidades de las que gozan están más seguros y mantienen sus negocios. Para nadie es un secreto que desde las principales cárceles de país se gestionan los secuestros y se manejan a sindicatos duros, como el de la construcción. Además, aquí están seguros, saben que si salen a la calle lo que les toca es la muerte, porque alguna culebra los estará esperando”, puntualizó el GNB, que muestra desde su teléfono fotos de las tiendas que funcionan dentro del penal, donde es más factible hallar productos que en los supermercados del país. “Todo lo que ellos desean aquí lo tienen a pata de mingo porque hasta ropa de marca ofrecen”.
Rescates
como arroz
La modalidad de cobrar rescates por vehículos robados también genera dividendos a los líderes del recinto carcelario que alberga una población aproximada de 7 mil personas, pese a ser creado para albergar a menos de mil. “Si no te cobran para cuidarte el carro, te lo mandan a robar y finalmente debes pagar para obtenerlo de nuevo. Si no cancelas lo que te solicitan lo rematan al mejor postor”, añadió el efectivo de verde para quien no es anormal codearse con cantantes de música llanera, famosos DJs y reconocidas modelos nacionales los fines de semana.
–El control se ejerce desde las cárceles del país, es triste reconocerlo pero es así. Mucha gente desesperada termina acudiendo los domingos como si fuera visitar a un preso y resulta que lo que viene es a negociar cómo recuperar su automotor. En esos casos la tarifa mínima es de Bs. 500 millones, lo cual, a juicio de los presos es el precio justo porque con eso no pudieran comprar otro automotor en el mercado ni siquiera de segunda mano. Aquí lejos de regenerarse lo que hacen es afinar sus estrategias delictivas. Lo peor es que no hay disimulo alguno, lo anuncian por cadenas a través de sus teléfonos inteligentes e incluso usan sus redes sociales.
Según el entrevistado, la mayoría de las personas que acude a negociar su propiedad con los reos provienen de Aragua, los Altos Mirandinos y Caracas. “Tiene que ser un pez muy gordo para que venga de otras latitudes más lejanas. Pero como la industria del crimen no para, todo es posible”, dijo el castrense.
Johana Rodrí[email protected]/@michellejrl
