Hasta diciembre el kilo de yuca podía ser adquirido en Bs. 200. Para la fecha ya se ubica en el triple. “Eso es hoy pero ya mañana puede tener otro precio”, reconoce Fabio Páez, quien lleva dos décadas vendiendo verduras.
–Todos estamos pagando los platos rotos de la inflación que se está comiendo el país. Ya el saco de yuca lo estamos comprando en 22 mil bolívares, antes podía traer ocho pero ahora si acaso llego con 5 para venderlos. Pese a lo caro que se ha vuelto, el producto mantiene la salida de los puestos de venta.
Así lo reconocen las amas de casa que dicen que ante los altos costos del pan y la dificultad para comprar harina de maíz precocida, se valen de la yuca para hacer diferentes recetas. “Yo hago hasta arepitas de yuca”, confesó Érica Bueno, residente de El Trigo.
–Yo antes no pisaba los puesticos a cielo abierto en las calles de Los Teques, pero ahora soy visitante asidua del mercadito de la avenida Arvelo porque encuentro productos más frescos y baratos.
Esperanzados
Tras la lluvia registrada la tarde de este sábado en la capital mirandina, productores y vendedores esperan que la situación mejore.
“Todos los días cambiamos la cartelera de precios y no por capricho sino por los estragos de la larga sequía, según nos explican los productores”, dijo Páez, quien detalló que esperan que con la llegada del invierno mejore el panorama.
–El saco de apio nos lo venden en 32 mil bolívares y el de ocumo en 35 mil, lo que se refleja en el precio final que paga el consumidor. Comer apio se ha convertido en un lujo: pasó de 300 en diciembre a mil bolívares actualmente. Es una locura lo que estamos viviendo.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl