El gobierno libio de unidad nacional sostenido por la ONU recibió un duro golpe este miércoles, al anunciar el líder de la autoridad no reconocida, Khalifa Ghweil, que no abandonará su cargo, a pesar de que su gabinete anunció lo contrario un día antes.
En un comunicado que firmó él mismo y publicó en el sitio de su gobierno, Ghweil pidió a sus ministros no abandonar sus puestos y amenazó con «procesar a quien trabaje con el Consejo Presidencial» del gobierno de unión apoyado por la ONU y dirigido por Fayez al Sarraj.
«Teniendo en cuenta las exigencias de interés público y las circunstancias excepcionales actuales en el país (…) se les pide continuar su misión de conformidad con las leyes en vigor», indicó.
Un comunicado rubricado con el sello del reconocido «gobierno de salvación nacional», publicado el martes por la noche, había anunciado que el gobierno no reconocido con sede en Trípoli dejaba de ejercer las «funciones ejecutivas, presidenciales y ministeriales».
El gobierno de unión apoyado por la ONU que llegó hace una semana a Trípoli ha logrado importantes adhesiones, entre ellas la del Banco Central, la compañía petrolera y varias ciudades libias.
El gobierno de unión nacional ordenó el miércoles a todas las instituciones utilizar su logo y les advirtió que debían obtener autorización para sus gastos.
Para reforzar su poder, el nuevo gobierno ordenó al Banco Central «congelar» todas las cuentas que pertenecen a ministerios e instituciones públicas, sean las del este del país o de Trípoli.
Todas estas instituciones deberán obtener autorización del gobierno de unión para sus gastos. Los salarios de los funcionarios seguirán siendo pagados normalmente.
AFP