Aún nadie ha cobrado el sueldo anunciado a propósito del Día del Trabajador y ya los revendedores están ofreciendo la mercancía a precio nuevo. “La carne la están despachando en más de 3 mil y la milanesa de pollo en 2.700 bolívares el kilo y eso a los mayoristas”, se quejó la encargada de un local que comercializa menús ejecutivos en el casco central de Los Teques.
“Con las dificultades para acceder a la mercancía y para no bajar las santamarías debemos acudir a los bachaqueros y ya dijeron que la semana que viene todo estará más caro (…) El pasticho que hasta la semana pasada estaba en 1.100 bolívares tuvimos que llevarlo a Bs. 1.500 y probablemente tengamos que volverlo a subir la semana que viene. La situación se está tornando insostenible”, dijo Lucía Mavares, comerciante del ramo.
–Aunque la harina de maíz precocida regulada está en 19, 40 bolívares, la revenden en 1.300, mientras que el aceite marcado en. 34,84 bolívares lo despachan en 1.000; hasta el lavaplatos lo compramos con 1.000 % de sobreprecio porque no tenemos inventario y no tenemos tiempo de estar haciendo las colas que cada día están más intensas y ofrecen menos productos regulados.
La versión es corroborada por las amas de casa que acuden a otras localidades en busca de productos fuera del radar en los anaqueles altomirandinos, como son las fórmulas lácteas para bebés y pañales.
“Aprovechando mis días libres en la alcaldía de Caracas me voy para Petare donde mágicamente hay de todo. Un champú que la última vez pagué en 33 bolívares te lo ofrecen en 1.500 (…) Me voy para allá porque ahora con tanta gente libre por el plan de ahorro de energía eléctrica a Los Teques van vecinos hasta de La Guaira e Higuerote y lo poco que llega no alcanza para tanta gente. Todo el mundo está desesperado por adquirir comida y como la producción está paralizada cada vez llega menos que ofrecer”, reflexionó Wendy Camejo, residente de la urbanización La Quinta.
Como agua entre
las manos
“Se llenan la boca hablando del aumento en vez de controlar la hiperinflación”, dijo Mercedes Aponte, residente de Carrizal que gastó Bs. 30 mil “en seis bolsitas de productos que me rendirán una semana para mi familia de cinco personas“.
–No hemos visto los cestatickets de 18 mil bolívares y ya se le abrieron las agallas a los comerciantes que alzaron todos los precios. Hasta los bachaqueros reajustaron apenas llegó mayo debido a que olían el tradicional aumento de sueldo que se ha convertido en la peor maldición de los venezolanos porque representa una ola de aumentos a todo nivel (…) Nuevamente los transportista se quejarán que no les alcanza para pagar los repuestos automotrices y querrán aumentar el pasaje. Esto es un círculo vicioso.
Entre los productos que van en alza constante e indetenible figuran los huevos. “Hasta hace un par de semanas se encontraban por 2.000 bolívares, ya van por 2.400 y te dicen de antemano que cada semana será más caro porque para despacharlos les cobran vacuna. Uno no sabe en quién creer, el caso es que hay que comer para vivir, así que uno termina pagando lo que piden”, afirmó Corsida Bustamante, habitante de Lagunetica.
–En las bodegas son expertos en vender con sobreprecio. No pueden oler un aumento salarial porque de inmediato remarcan la mercancía. Lo peor es que si uno se queja te dicen que no compres nada, que te vayas a otro lugar; con la escasez que hay uno termina llevando los productos con todo y la rabia que eso produce.
Negrito
cuesta arriba
El café regulado en Bs. 694,21 es revendido en 3.000. “Hasta tomarse el negrito mañanero se ha convertido en un sacrificio. Me gustaría sustituirlo por té, que es más barato y saludable, pero mi cuerpo está tan acostumbrado que si no lo tomo al despertar me paso el día con dolor de cabeza”, confesó Yajaira Gómez, residente de El Trigo.
–Una vez que se haga efectivo como tal el aumento la situación empeorará notablemente. Que Dios nos agarre confesados porque lo que viene es candela pura.gf
Johana Rodrí[email protected]/@michellejlr
