
Tras diez años ininterrumpidos vendiendo empanadas todos los domingos en el mercado a cielo abierto de la antigua avenida Arvelo de la capital mirandina, Yajaira Mejías este año lleva cuatro ausencias porque no encuentra harina de maíz precocida, aceite, queso y pollo.
“Se me va la semana haciendo colas y buscando los productos pero en cuatro ocasiones me he quedado con las manos vacías por lo que no he podido abrir mi puesto, lo que representa fuertes pérdidas para mi bolsillo”, señaló.
Como ella, cada semana se están ausentando hasta diez trabajadores por el mismo motivo, según lo corroboró el coordinador del mercado José Echeverría, que en 37 años confiesa que es la primera vez que ve una situación tan crítica como la actual.
“Antes podíamos decir que las amas de casa podían encontrar de todo aquí y a precios más económicos, pero ya los tentáculos de la escasez y el desabastecimiento han llegado a nosotros, porque hay muchos productores altomirandinos que no pueden trabajar porque no encuentran fertilizantes ni semillas; es toda una cadena de eventos desafortunados”, puntualizó.
Esta realidad se palpa también en el Mercado Municipal de El Paso, donde igualmente cada día menos comerciantes abren sus puertas, “porque no tiene sentido venir a calentar puesto”, afirmó Francis Rodríguez, quien atiende un local de comida.
Aparte de mermar las ganancias de los comerciantes, el ausentismo afecta a las amas de casa que prefieren estos lugares por la economía que representan.
“Con lo que me ahorro a mí no me importa madrugar los domingos, pero ahora tampoco hay mucha variedad en estas ferias agrícolas porque hay menos tarantines y la explicación es que no encuentran la materia prima; es preocupante ver como cada día nos quedamos con menos opciones”, sentenció Mariela Lira, compradora.
La frase que para muchos resulta exagerada encuentra sustento en encuestas que revelan que 4 de cada 5 productos no se consiguen en los negocios.
Johana Rodrí[email protected]/@michellejlr