Unos se alimentan de lo poco que les pueden regalar en restaurantes y panaderías, otros se ven obligados a rebuscar entre la basura del Mercado Municipal de El Paso y la que se cumula frente a urbanizaciones. “Si no tenemos ni pan para vender cómo le vamos a dar”, admite uno de los vendedores de una panadería de la avenida Bolívar.
Las calles Guaicaipuro, Bolívar, Bermúdez y como plazas como la Miranda se han convertido en su “hogar” temporal ante la ausencia de políticas públicas dirigidas a sacarlos de la situación en la que se encuentran. “Es un duro reflejo de lo que vive Venezuela”, apunto uno de los residentes de la ciudad.