La decrecida del Sena, que había alcanzado su máximo nivel en más de 30 años, se confirmó este domingo en París, pero la vigilancia continuaba en varias regiones francesas por el mal tiempo que ha dejado cuatro muertos en una semana.
Las primeras estimaciones dejan entrever que los daños de la semana de lluvias torrenciales e inundaciones, que ha afectado a cientos de localidades y miles de particulares, podría ascender a más de mil millones de euros.
El nivel del Sena a su paso por la capital bajó hasta los 5,62 metros durante la tarde, después que la crecida de hasta 6,10 metros generara preocupación en la madrugada del sábado.
AFP