No hay una salida

Hay quienes piensan que todo se resuelve con la salida de este gobierno como sea, pero muchos de los que piensan así, pensaban que todo se resolvería una vez que al presidente Chávez se lo llevara la Providencia

En el país se habla de una salida como si hubiera una puerta que traspasar que nos conduce de la crisis a la solución. Como si hubiera una llave que nos permite cruzar de un salón donde se vive un estado caótico a otro donde hay progreso, orden y tranquilidad. Esa salida no existe. No hay ninguna llave. La superación de esta crisis es un proceso. Ese proceso es largo, tiene obstáculos, dificultades y no tiene un punto de llegada.

Hay quienes piensan que todo se resuelve con la salida de este gobierno como sea. Muchos de los que piensan así, pensaban que todo se resolvería una vez que al presidente Chávez se lo llevara la Providencia y probablemente son los mismos que votaron por él pensando que con la salida de los adecos y copeyanos se resolvería todo.

El chavismo llegó a ser una fuerza política enorme gracias a un discurso con alto contenido social y a algunas medidas muy efectistas que hicieron que amplios sectores marginados de la población se sintieran tomados en cuenta y empoderados, se sintieron que se les daba visibilidad y reconocimiento. Ese discurso tuvo una pegada muy grande gracias a que fue acompañado con un plan de inversión social generoso.

La caída del gobierno se debe, en una buena medida, a que ya no hay cómo financiar el gasto social. Viene tomando medidas de ajuste porque no le queda más camino. Ha sufrido un costo político altísimo por subir tímidamente los precios de la gasolina y permitir el aumento progresivo de la comida y del transporte público.

Apoyar e impulsar al gobierno para que profundice las medidas que viene tomando es lo mejor que podemos hacer en beneficio del país, del gobierno, y sobre todo, en beneficio de los que pretenden sucederlo, porque las medidas que no se tomen hoy se tendrán que tomar mañana a un costo político mayor.

Son muchas las experiencias en América Latina de gobiernos que han caído en medio de graves crisis económicas y han sido sucedidos por unos nuevos que al cabo de pocos meses caen también por no poder resolverlas.

La superación de la crisis económica, política y moral pasa por entender que nada se esto se resolverá un día, en un momento, con una acción, o con un objetivo cumplido. Que este proceso será largo y complejo y que es necesario más razón que pasión, más política que confrontación y más inteligencia que fuerza bruta.

Pedro Pablo Fernández

@PedroPabloFR

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