Algunos estudios de opinión parecen demostrar la eficacia del trabajo perseverante de agentes de infiltración e infisionamiento del imperio estadounidense en el pueblo venezolano para aplaudir cualquier acción bélica o de intervención contrarrevolucionaria
A comienzos de esta semana leí la información que divulga el colega Arlenín Aguillón en su Medianálisis, de circulación digital, fechado el lunes 20 de junio de este mismo año. Dice el periodista y analista político que «cerca de 4 millones de venezolanos están de acuerdo con una invasión militar en el país». La fuente que cita Aguillón es de una reciente encuesta elaborada, aplicada y decodificada por Datanálisis.
La primera pregunta que aflora en mi cabeza es si ese grupo de traidores apátridas cuantificados en la nada desestimable cifra de cuatro millones estará presta para contribuir a invadir a su propio país o si, más bien, permanecerán de espectadores aplaudiendo las acciones de marines, paracos, soldados de fortuna o cualquier otra especie uniformada y armada para intentar doblegar a la patria de Bolívar y Chávez en nombre de la «democracia» gringa.
Explica Aguillón en su nota informativa que «en términos porcentuales, serían 13 por ciento de los 30 millones de habitantes que conviven en Venezuela». La encuesta, aplicada e interpretada por Datanálisis, se pasó en una muestra compuesta por un mil 500 (1.500) hogares, en la semana comprendida entre los días martes 7 y miércoles 15 de junio. Al respecto, también comenta el periodista venezolano que «más de una década de operaciones psicológicas, perfectamente aplicadas, permiten este tipo de irracionalidades», a lo cual no hay –prácticamente- nada más que añadir.
Observa el comunicador y comunicólogo, Aguillón, que «los resultados de la encuesta se emiten a pocos días de que la Organización de Estados Americanos (OEA) debata si aplica o no la Carta Democrática Interamericana, una resolución que podría generar sanciones políticas y económicas contra Venezuela». Todo un cuadro de conspiración permanente contra la revolución bolivariana y contra el Gobierno que preside el camarada Nicolás Maduro, a expensas de los intereses del imperio estadounidense y sus aparatos en el Departamento de Estado, la CIA, el Pentágono y la Agencia de Seguridad Nacional, conocida por sus siglas en inglés, NSA.
Lo cierto es que la demoledora cifra de «oligarcas» a los que el comandante Fidel Castro se negó a dar crédito en una oportunidad en la que enmendara al comandante Chávez por sus ataques al componente «escuálido» de un oposicionismo apátrida y conspirativo en contra de la soberanía venezolana, parecen ahora estar cuantificados mediante la aplicación de instrumentos estadísticos como los que se supone debe haber utilizado la empresa Datanálisis.
Las evidencias recogidas en la opinión que anuncia públicamente Datanálisis, lejos de constituir un panfleto propagandístico para apuntalar los deseos conspirativos de la derecha en Venezuela, parecen demostrar la eficacia del trabajo perseverante de agentes de infiltración e infisionamiento del imperio estadounidense en el pueblo venezolano e incluso en componentes de las filas militantes de la revolución bolivariana y chavista, los cuales estarían prestos, al menos, para aplaudir cualquier acción bélica o de intervención contrarrevolucionaria.
Queda entonces, a estas alturas de la guerra contra Venezuela, determinar la fortaleza de nuestros zapadores para desactivar el peligroso campo minado sobre el cual se mueve hoy la revolución bolivariana y chavista, en su propio territorio.
Iván Padilla Bravo
aporrea.org
