El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, criticó hoy el hecho de que la oposición venezolana no eligiera a ninguno de los tres mediadores designados por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para un diálogo con el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Hay un dato en la realidad, y es que la oposición no participó en la designación de ninguna de las tres personas», dijo Almagro, quien consideró que «a partir de ahí obviamente entendemos que la ampliación de los integrantes le permitiría a la oposición participar en el proceso decisorio».
En entrevista al canal venezolano Globovisión, grabada en Washington el pasado 19 de julio y transmitida hoy, Almagro se refirió a los resultados de la mediación que ejerce el ex jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los expresidentes dominicano y panameño, Leonel Fernández, y Martín Torrijos, respectivamente.
Para Almagro, la integración de la oposición en la designación de los mediadores permitirá «amalgamar una imparcialidad» que para los adversarios de Maduro «es fundamental».
A juicio del portavoz de la OEA los mediadores «no han logrado crear esos espacios de certidumbre en cuanto al diálogo».
Almagro que en 2014, siendo canciller de Uruguay, participó como mediador en un infructuoso diálogo promovido por el Gobierno de Maduro, indicó que en esta ocasión «el diálogo tiene que identificar los problemas», y no puede ser solo «una conversación de boliche (bar)».
A juicio del secretario general «es muy importante que los mediadores se expresen claramente sobre los problemas y digan su cronograma, su hoja de ruta para resolverlos».
El secretario del organismo hemisférico, que a finales de mayo invocó la activación de la Carta Democrática a Venezuela por «la ruptura del orden constitucional» del país caribeño, aseguró hoy que ese proceso continúa activo.
«El tema ha seguido moviéndose, ha seguido evaluándose por parte de los países, y obviamente que nosotros seguimos trabajando», indicó el uruguayo señalando con esto una versión que contradice al Gobierno venezolano que sostiene que ese trámite quedó inactivo tras una discusión del Consejo Permanente que acabo sin votación.
Almagro indicó que en ese proceso está transitando el tercero de cuatro pasos, que es «la evaluación colectiva» de esa supuesta alteración del orden constitucional.
Entre los problemas que el secretario de la OEA enumera se encuentra el supuesto desconocimiento del Poder Legislativo, la liberación de los políticos presos, la apertura de canales internacionales de apoyo humanitario para atender la escasez, y la apertura de la frontera con Colombia cerrada hace casi un año.
Almagro, que fue canciller del Gobierno del expresidente José ‘Pepe’ Mujica, reveló en la entrevista que la ruptura de su relación con el exmandatario uruguayo a raíz de su posición firme sobre la situación venezolana es algo que entendió «perfectamente».
«Creo que era muy importante para él y era muy importante para mi, porque él es un referente de la izquierda latinoamericana y su voz tiene peso e incidencia, (…) yo por mi parte tengo un trabajo que realizar, soy juzgado también por los valores y principio del sistema interamericano», dijo.
«Separar nuestras actuaciones políticas era algo muy conveniente y muy necesario en ese momento», agregó.
Aseguró asimismo que no tiene problemas políticos ni personales con el exgobernante y que está disponible «a retomar el diálogo» con Mujica, porque «el corazón de Luis Almagro es muy grande, caben todos». EFE
