La policía descartó en la mañana del lunes que este tiroteo haya sido un acto de terrorismo e informó que tiene a tres personas bajo custodia
Dos jóvenes de 14 y 18 años murieron en Florida en un tiroteo en un club nocturno que según policía no tiene relación con el terrorismo, pero que llega cuando este estado en el sureste de Estados Unidos aún se recupera del masivo ataque de un extremista islámico en Orlando.
El incidente ocurrió en la madrugada del lunes cuando terminaba una fiesta para adolescentes en el estacionamiento de la discoteca Club Blu de Fort Myers, un balneario costero 255 Km al noroeste de Miami.
La policía descartó en la mañana del lunes que este tiroteo haya sido un acto de terrorismo e informó que tiene a tres personas bajo custodia. En una conferencia de prensa posterior, anunció que aún busca a otros sospechosos.
Las víctimas mortales fueron Sean Archilles, de 14 años, y Stef’an Strauder, de 18, quien según la prensa local era una estrella local del básquetbol escolar.
Otros 20 jóvenes resultaron heridos, dijo el gobernador de Florida, Rick Scott, en una conferencia de prensa. Los recuentos de la policía daban cuenta de hasta 16 heridos. Dos de estos jóvenes se recuperan en un hospital, uno de los cuales en situación crítica.
«Perdimos a dos adolescentes. Uno no puede imaginarse que esto le pase a ninguna familia. Nuestro corazón está con todos los afectados», dijo el gobernador.
El jefe interino de la policía de Fort Myers, Dennis Eads, insistió en que las pesquisas aún están en curso y que no proveerá detalles sobre los sospechosos.
«Es una investigación activa», explicó Eads. «Tenemos a tres personas bajo custodia y aún estamos buscando a otras».
«Fort Myers no
es inmune al crimen»
Al llegar a la escena del crimen, que ocurrió hacia las 00H30 del lunes (04H30 GMT), los oficiales hallaron «una escena muy caótica, aún muy activa», prosiguió el jefe policial.
Varias calles de la ciudad estaban cerradas a la circulación la mañana del lunes.
Este episodio ocurre apenas seis semanas después de la peor masacre de la historia reciente de Estados Unidos, cuando un extremista islámico mató a 49 personas -la mayoría puertorriqueñas- en la discoteca gay Pulse de Orlando, en el centro de Florida.
Pero también viene apenas un año después de otro tiroteo en la misma ciudad. El 18 de octubre de 2015, un hombre murió y cuatro personas resultaron heridas en un festival «ZombiCon» en Fort Myers, donde cada año se reúnen los apasionados de los muertos vivientes disfrazados de zombis.
«Fort Myers no es inmune al crimen y desafortunadamente hemos tenido nuestra cuota de actos de violencia y tiroteos como otras ciudades del país han experimentado», escribió el alcalde Randall Henderson en un comunicado. «Hemos visto acontecimientos como éste ocurrir demasiadas veces; pero cuando ocurre uno en nuestra ciudad, nos llega directamente al corazón».