Occiso llevaba más de tres años desempeñándose en la línea de La Hoyada, desde donde elevaron una voz a las autoridades para que brinden protección a los transportistas
Tras hacer una carrerita hacia la urbanización Quenda de la ciudad capital, dos hombres a bordo de una moto interceptaron la tarde de este sábado a Carlos Oswaldo Sandoval Quiroz, quien intentó maniobrar para deshacerse de los maleantes, quienes abrieron fuego.
Los impactos de bala atravesaron el vidrio del vehículo Toyota Corolla placa AI232HG gris y alcanzaron al conductor, llevándolo a perder el control del volante, por lo que impactó contra una pared de la sede del Servicio de Protección del Niño, Niña y Adolescente del Estado Miranda (Sepinami).
Al momento que llegaron las comisiones de la policía del estado Miranda y de Guaicaipuro, ya el joven de 33 años no presentaba signos vitales, por lo que resguardaron la escena del crimen hasta a llegada de la comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) Los Teques.
El occiso sumaba más de tres años como socio de la línea de taxistas de La Hoyada. Dejó en la orfandad dos hijos y era residente de San Pedro de los Altos, vía La Culebra.
Compañeros de labores se acercaron hasta el lugar del suceso, donde en medio de la tristeza que los embargaba alzaron su voz para exigir justicia “para un caso que se ha vuelto el pan de cada día de quienes dignamente nos ganamos el dinero trasladando pasajeros”, dijo un profesional del volante que solicitó el anonimato.
–Otra vida que se apaga y lamentablemente no tenemos garantías de que no vuelva a ocurrir. Hoy fue Oswaldo pero mañana puede ser cualquiera de nosotros; nos están matando para quitarnos los carros y hasta para despojarnos de las ganancias del día que cada vez son menores y apenas alcanzan para cubrir la alimentación diaria.
Al consultarles si tomarán acciones de calle por el nuevo hecho de sangre que enluta al gremio en los Altos Mirandinos, señalaron que harán una reunión tras los actos fúnebres y entonces darán a conocer a la opinión pública si convocarán a hora cero por la inseguridad.
“Los trabajadores del volante estamos entrampados. Por un lado está la inseguridad, por otro la escasez de repuestos y no falta la inflación que nos lleva incluso a paralizar los carros porque lo que ganamos no nos da para hacerle el mantenimiento. Estamos desamparados”, agregó otro chofer consultado.
Johana Rodríguez
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