Tan solo entre el mes de marzo y el domingo han reportado 12 robos en casas de la urbanización El Trigo, siendo la última incursión este fin de semana, cuando un vecino fue amordazado mientras “mudaban” su casa.
“Ya ni en la casa se está seguro”, dice una consternada Tamara Marín, quien hace un mes vivió el trauma de ver como ocho hombres armados y encapuchados invadían su casa en Lagunetica y cargaban con lo que con tanto esfuerzo logró comprar durante años.
“Se llevaron electrodomésticos y remataron revisando lo que había en la despensa, hasta la nevera la dejaron pelada”, reveló la administradora, quien además vio cómo se llevaban sus pertenencias en su camioneta Blazer.
La denuncia nunca la formalizó pese a que tuvo la intención de hacerla. “Fui a la subdelegación del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), pero fue tanta la espera y tan malo el trato, que desistí.
En vez de perder el tiempo en algo que no procederá, decidí armarme de valor para hacer los trámites e irme del país para alcanzar a mi esposo (…) Estoy vendiendo lo que me dejaron para rehacer vida en Argentina”, confesó.
Como su relato abundan, según ratifican las propias autoridades que reconocen que durante los últimos seis meses ha cobrado auge un nuevo modus operandi que consiste en seguir a las víctimas en sus vehículos hasta sus casas, someterlas, cargar con los objetos que les interesan y cargarlos en el carro del agraviado, según relató el comisario Oswaldo Villegas, a cargo de la coordinación 1 –Altos Mirandinos- de la policía del estado Miranda.
Los vecinos de El Trigo conocen mejor que nadie esta realidad. Según reportes vecinales tan solo entre el mes de marzo y la mañana de este domingo grupos antisociales han ingresado a 12 unidades habitacionales, siendo la última víctima un señor a quien amordazaron para proceder con el robo. A diferencia de otros casos, no pudieron llevarse el vehículo porque no prendió.
Ante la precaria situación de recurso humano en los cuerpos de seguridad, donde además reina la carencia de parque de armas y automotor, los vecinos de distintas urbanizaciones han decidido blindarse por su cuenta para dificultar el ingreso de los ladrones.
En El Trigo están esperando los permisos de la alcaldía de Guaicaipuro para cerrar con portones la transversales, medida piloto que ya fue aplicada en una de las calles y que ha rendido frutos positivos.
A organizarse
La situación también ha sido vivida en carne propia por vecinos de El Barbecho de la capital mirandina, donde en lo que va de año han reportado al menos cinco casos similares, hecho que disparó las alarmas y llevó a los vecinos a tomar medidas contra la inseguridad que los azota.
Así comenzaron las asambleas, saltando a la vista el tema del ingreso a las viviendas, el hurto de baterías, cauchos e incluso carros, lo que llevó a activar varios mecanismos.
“Los sistemas de alarmas están costosos y con la inflación haciendo de las suyas los presupuestos tiene validez de un día; a esto se suma la alta morosidad existente del condominio que rebasa el 60 %, por lo que tuvimos que irnos por la solución más simple: la utilización de pitos para alertar sobre cualquier situación irregular que se esté desarrollando en la comunidad”, reportó uno de los vecinos que adelanta el proyecto, quien se resguardó en el anonimato.
–Sostuvimos una reunión con efectivos de la policía del estado Miranda quienes nos asesoraron sobre los cuadrantes de seguridad a los que hay que acudir en caso de emergencia, y por nuestra cuenta realizamos panfletos con los números de contacto de los cuerpos de seguridad a disposición.
Por cuenta propia, en el bloque 7 instalaron una cámara y desde la colocación del dispositivo han notado que hay menos personas ajenas a la urbanización haciendo de las suyas. “Es sabido que por el déficit de funcionarios en los distintos cuerpos de seguridad hay que blindarse contra la inseguridad, lo que conlleva gastos especiales que hay que asumir pero que no son cubiertos por todos los vecinos, bien sea por sinvergüenzura o simplemente porque no tienen cómo costearlo, por lo que hay que echar mano de herramientas tecnológicas como son los grupos de WhatsApp”, dijo Marcos Fuentes, vecino de la comunidad capitalina.
–Hace cinco años las cuotas especiales eran para el remozamiento de los edificios y las actividades culturales que tenían lugar durante el aniversario de la urbanización, el Día del Niño o la Navidad, pero ahora todo se enfoca exclusivamente en el tema de la seguridad. Particularmente después de amanecer tres veces en lo que va de año sin batería en mi Twingo, prefiero hacer el sacrificio y pagar más cada mes.