En los últimos años, realizar cualquier actividad deportiva o física en Venezuela se ha vuelto una tarea difícil por el alto costo de los implementos, debido a que la mayoría son importados y los pocos que se fabrican en el país se hacen con materiales y componentes elaborados en el exterior.
José Gregorio García, vendedor de una tienda deportiva en el Centro Comercial La Casona en Altos Mirandinos, afirma que debido a la inflación y la constante devaluación de la moneda, las ventas han disminuido considerablemente.
La situación ha llegado a tal extremo que los deportistas de competencia se las ven cuesta arriba para comprar lo que requieren para sus prácticas. Por ejemplo, los practicantes de atletismo requieren un buen calzado para evitar lesiones y generar comodidad a la hora de ejercitarse. En tal sentido, García explica que un par de zapatos de marca original se consigue entre 80 mil y 90 mil bolívares, mientras que hace dos años se podía comprar entre 2 mil 500 y 3 mil bolívares.
“Un short y una franela para trotar tienen un valor de 20 mil y 40 mil bolívares, por pieza y en 2014 estaban entre 1.400 y 2 mil bolívares. Una chaqueta y un mono completo de marca tienen un precio de 80 mil bolívares cuando hace dos años el conjunto estaba en 4 mil”, precisa el vendedor.
Mientras que un par de zapatos de fútbol en 2014 costaba entre 2 mil y 5 mil bolívares, dos años después el calzado de ese tipo se consigue entre 20 mil y 60 mil bolívares. “Los balones para la práctica de dicha disciplina deportiva en 2014 tenían un precio de 400 a 500 bolívares; en 2016 la esférica más barata se vende a 20 mil bolívares, pero una original puede llegar a costar entre 40 mil y 50 mil bolívares”, revela García.
Sobre los implementos para la práctica del “Deporte de los Gigantes”, García detalla que un balón de baloncesto de aficionado ronda entre los 30 mil y 50 mil bolívares, mientras que uno profesional se consigue desde 100 mil bolívares. “Hace dos años los primeros se vendían entre 3 mil y 4 mil bolívares, mientras que los profesionales se ofrecían entre 10 mil y 15 mil. Sobre la indumentaria, un conjunto compuesto por una franela y un short de básquet original está en 60 mil bolívares, mientras que uno no original se vende en 20 mil bolívares; en 2014 estaba en menos de 10 mil”.
El comerciante afirma que debido a la inflación y la constante devaluación de la moneda, las ventas han disminuido considerablemente.
En Miranda
El director de Alto Rendimiento de Deporte Miranda, Carlos Palacios, indicó que en 2016 la dependencia no pudo adquirir implementos deportivos debido al alto costo de los mismos. “La devaluación de la moneda ha afectado severamente nuestro presupuesto, específicamente a la hora de comprar balones, uniformes y demás equipos deportivos. Por ejemplo, un balón de fútbol tiene un valor de 20 dólares en el mercado internacional, el precio de ese producto se mantiene igual por años en cualquier país porque sus monedas no se devalúan y permanecen estables; en Venezuela con una constante pérdida del valor del bolívar, cada vez se hace más costoso y difícil adquirirlo”.
Por su parte, Héctor Uribe, director técnico del club de fútbol Real Academia de San Antonio de Los Altos, conjunto que conquistó la Copa Bronce del Campeonato Buenos Aires Cup 2016 en la categoría sub 10, aseguró que en el país existe mucho talento en el balompié, pero que gran cantidad de esos niños provienen de sectores de bajos recursos económicos, lo que les hace prácticamente imposible adquirir sus equipos deportivos como uniformes, zapatos, canilleras y balones. “¿Cómo hace un padre o representante de bajos recursos económicos para adquirirlos ante esta crisis económica?” / Javier Ramírez/gf 02 04