De haber iniciado el proceso en enero y en el caso hipotético de que hubieren cumplido con todos los requisitos, el Referéndum Revocatorio se estaría celebrando para estos días
Luego de los resultados que obtuvo la oposición el 6 de diciembre y si sus intenciones eran tomar el poder político este año, lo más lógico era que todos sus esfuerzos se enfocaran en la realización del Referéndum Revocatorio, única vía legitima para lograr un cambio de gobierno anticipado. Lamentablemente para ellos no fue así. La MUD, siempre en búsqueda de atajos, anunció a través del hoy disminuido «Chúo» Torrealba, una hoja de ruta que planteaba no menos de 5 vías para sacar al Presidente, en la cual, la única constitucional era el Referéndum Revocatorio.
Si realizar el Referéndum hubiese sido una opción seria para la oposición, debieron formalizar ante el Consejo Nacional Electoral la solicitud de Referéndum Revocatorio Presidencial el 11 de enero de 2016, fecha en que se cumplió la mitad del periodo constitucional del Presidente. Contrario a esto, lo hicieron a finales de abril, casi 4 meses después de estar habilitados para iniciar el proceso, a sabiendas de que los lapsos ya no daban para celebrar el RR este año.
De haber iniciado el proceso en enero y en el caso hipotético de que hubieren cumplido con todos los requisitos, el Referéndum Revocatorio se estaría celebrando para estos días (mediados de octubre de 2016), ya que el proceso desde su inicio hasta su culminación consta aproximadamente de 290 días, algo así como 9 meses y medio.
Asimismo, como especie de plan B, debieron promover entre sus primeras leyes, la Ley de Referendos, ya que siempre se han quejado del procedimiento vigente, que según ellos, es muy engorroso y largo. Vale decir que este procedimiento lo reglamentó el CNE en 2007, en virtud de que, por omisión legislativa, no existía ninguna estipulación que lo normara y en su vigencia se han realizado 10 procesos de referendarios, lo cual demuestra que los lapsos son totalmente factibles.
Al final, a mitad de año, aprobaron a las carreras una ley de referendos que nunca fue sancionada, no fue enviada al Ejecutivo para su promulgación, todo ello porque los tiempos no le daban, en virtud de que por disposición del artículo 298 de la Constitución, cuando sea reformada una ley relacionada con procesos electorales deben esperarse 6 meses para celebrar una elección, lo cual hubiese sido una soga para su garganta, ya que por propia decisión de la bancada de la MUD se haría el RR en el 2017, sin poder endosarle al Poder Electoral la responsabilidad.
¿Por qué no lo hicieron? Porque no pudieron lograr un acuerdo y de ese desacuerdo nació la chistosa hoja de ruta del «Chúo». La MUD se debate entre los intereses personales y económicos de sus actores, por eso se les hace tan difícil lograr un acuerdo, aún para decisiones tan trascendentales como estas.
¿Por qué insisten con el Referéndum? Por dos razones, la primera es que ellos son expertos en jugar con sus seguidores, a quienes están engañando con un Referéndum que no se dará este año, no por culpa del CNE, sino por la de ellos mismos. Ese engaño pretenden convertirlo en frustración y la frustración, acompañada de una campaña de odio, generalmente desemboca en violencia. Un plan poco original, pero recurrente en la oposición, verbigracia, abril 2002, el paro petrolero 2002-2003, las guarimbas RCTV-Reforma 2007, la descarga de la arrechera de Capriles 2013 y la criminal Salida de Leopoldo López en 2014.
La segunda razón es la que apuesta a la intervención extranjera y pretenden justificarla con la matriz que han creado de que en Venezuela no hay estado de derecho y que el presidente Nicolás Maduro tiene secuestrados los poderes del Estado.
En conclusión, en Venezuela no habrá Referéndum Revocatorio en el año 2016, no por culpa de Maduro ni del CNE, sino por la irresponsabilidad de la MUD, que no tuvo la capacidad de enfocar sus fuerzas en una sola vía, que es la única legítima y constitucional para lograr cambiar al Presidente. El Revocatorio y la imposibilidad de su celebración este año, es el único elemento con el que cuenta la derecha para movilizar a sus sectores más radicales y en eso están trabajando.
Julio García
aporrea.org
