
“El inicio de un supuesto diálogo entre el gobierno y la oposición con la intermediación del Vaticano y de algunos expresidentes de otros países, constituye una oportunidad para seguir acumulando apoyo político con miras a próximas elecciones”, reseñó el politólogo y articulista de La Región, Sergio Graffe.
Detalló que igualmente es una circunstancia que podría impedir que se trunque el camino iniciado para salir de Maduro por la vía pacífica, electoral y constitucional. Graffe recordó que la derrota electoral más importante del oficialismo durante 18 años sucedió en las pasadas elecciones parlamentarias, bajo la conducción política de la actual Mesa de Unidad Democrática (MUD).
“Esos resultados le permitieron la valoración positiva de la totalidad de los votantes opositores que desean un cambio urgente de gobierno para acabar con la escasez, la inflación y la inseguridad como los principales problemas que padecemos los venezolanos; sin embargo, sus actuaciones se deben ajustar a estas expectativas porque de lo contrario podría poner en riesgo su credibilidad”, dijo.
–Si el diálogo es para crear las condiciones para una transición del gobierno por la vía de un acuerdo político, contará con el apoyo de la gran mayoría de los venezolanos; pero si es una estrategia del oficialismo para ganar tiempo y tratar de mantener el poder, la MUD podría entrar en desgracia popular debido a que sería difícil de explicar un ablandamiento de posiciones especialmente en estos momentos cuando la arremetida contra la disidencia ha ido en aumento, como la reciente cantidad de presos políticos y el asalto a las instalaciones de la Asamblea Nacional por parte de colectivos violentos del Psuv.
El diálogo –puntualizó Graffe- se puede convertir en una trampa “cazabobos” si no se maneja con criterios claros para salir del gobierno y si no cuenta con el apoyo absoluto de todos los liderazgos opositores; también es una oportunidad para una transición pacífica del gobierno.gf
Daniel Murolo [email protected] / @dmurolo