Los líderes religiosos hicieron esa petición hoy en el inicio de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU., su reunión anual de cada otoño, que se celebra en Baltimore (Maryland) y que durará hasta este miércoles.
El presidente de la conferencia y arzobispo de Luisiana, Joseph Kurtz, reflejó ese sentir en una carta que le envió al nuevo presidente electo.
El representante de los 315 miembros de la conferencia, entre los que se encuentran sacerdotes, diáconos, obispos, religiosos y seculares, afirmó que el servicio y la bienvenida a las personas que huyen de los conflictos y de la violencia es parte de su identidad como católicos, por lo que continuarán ofreciendo esta ayuda.
Kurtz explicó que es un deber acoger y proteger a los recién llegados, en particular a los refugiados, y mostró su disposición a trabajar con el nuevo Gobierno para garantizar la recepción de refugiados con humanidad.