Fidel Castro llegó a ser el más antiguo gobernante en ejercicio en el mundo y bajo su régimen nació el 70% de los más de 11 millones de cubanos.
LA HABANA. Fidel Castro, el líder que marcó el último siglo con su revolución de barbudos y la lucha contra Estados Unidos, murió a los 90 años. Una Cuba en duelo le rinde tributo, mientras el mundo recuerda su influyente y controvertido legado.
El carismático padre de la Revolución cubana, que jamás se deshizo de su barba y fumó puros hasta 1986, falleció el viernes a las 22H29 (03H29 GMT), según anunció su hermano, el presidente Raúl Castro, en un mensaje televisado.
Cuba pareció detener su marcha en seco. Pese a su edad y visible deterioro, el deceso de Fidel Castro sorprendió a todos, y más cuando ni siquiera hubo rumores previos sobre su salud.
El exilio en Miami destapó botellas de champán. «¡Cuba libre!» y «¡Libertad, libertad!», gritaban los férreos opositores al gobierno socialista.
Mientras en La Habana, Irma Hierrezuelo, una enfermera jubilada de 65 años, resumió lo que significó Fidel para generaciones de cubanos. «Él fue el otro padre que yo conocí, le debo los estudios de enfermería, se lo debo todo», dijo esta mujer que confesó haberse medicado para controlar los nervios.
– Ícono de la izquierda –
Los restos del ícono de la izquierda mundial serán cremados este sábado bajo la misma reserva que hasta el último momento cubrió su vida íntima.
Fidel Castro se proyectó al mundo desde su pequeña isla del Caribe, donde ejerció el poder absoluto por 48 años.
Poco después de derrocar al dictador Fulgencio Batista en 1959, abrazó el comunismo y montó un sistema de partido único que universalizó la salud y la educación gratuitas, pero en el que jamás aceptó disidencias. Decenas de opositores fueron encarcelados bajo su gobierno.
La isla, que se preparaba para celebrar una de las gestas de su histórico líder (el desembarco del yate Granma que dio paso a la hazaña revolucionaria), guardará luto por nueve días.
Una procesión con las cenizas de Fidel Castro recorrerá el país por cuatro días hasta Santiago de Cuba (oriente), donde serán depositadas en el cementerio Santa Ifigenia, el 4 de diciembre.
Fidel había cedido el poder en 2006 a su hermano Raúl a causa de una crisis intestinal que lo tuvo al borde de la muerte. En 2008 renunció definitivamente a la presidencia y en 2011 a la jefatura del Partido Comunista de Cuba.
Los cubanos ya llevaban una década sin Fidel al frente.
Fidel Castro había cumplido los 90 años el 13 de agosto. La vejez y las secuelas de la enfermedad lo habían diezmado, pero con su sola imagen seguía ejerciendo gran influencia.
– Irreductible adversario –
Fidel alcanzó a ver lo que pareció imposible en su era: el fin de la enemistad con Estados Unidos. Cinco años menor, su hermano Raúl protagonizó un histórico acercamiento con el presidente Barack Obama.
Ambos países restablecieron lazos diplomáticos el 20 de julio de 2015, cerrando el último capítulo de la Guerra Fría en América.
Obama, que en pocas semanas dejará la Casa Blanca en manos de Donald Trump, dijo que «la Historia juzgará el enorme impacto de esta singular figura» que fue Fidel, y destacó que «durante mi presidencia trabajamos duro para dejar atrás el pasado» y basar «la relación (…) por las muchas cosas que compartimos como vecinos y amigos».
Irreductible enemigo de Washington, Fidel no se opuso a la reconciliación diplomática, pero tampoco cedió a las presiones estadounidenses, incluida la del embargo vigente desde 1962 con el propósito de desmontar el régimen comunista.
– Simplemente Fidel –
Uno de los últimos protagonistas de la Guerra Fría y de su momento más tenso -la crisis desatada por la instalación de los cohetes soviéticos con ojivas nucleares en Cuba en 1962-, Fidel Castro lideró un movimiento insurgente de alcance continental en América Latina.
Sin embargo, la izquierda en América Latina logró por la vía electoral lo que Fidel promovió con las armas. El líder cubano vivió lo suficiente para ver el resplandor y deterioro de gobiernos afines.
La Venezuela del fallecido Hugo Chávez le dio un respiro a la Revolución cubana tras el derrumbe de la potencia soviética. Fidel se convirtió en el guía del entonces mandatario, que antes de morir en 2013, delegó el poder a Nicolás Maduro, otro ferviente aliado de Cuba.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en la aldea de Birán (oriente), hijo de un inmigrante gallego devenido terrateniente y una cubana humilde, Fidel derrocó la dictadura de Fulgencio Batista./AFP