El toletero zurdo rinde dividendos con los Caribes de Anzoátegui
Luego de un inicio lento y algunos días fuera por una lesión, Luis Jiménez trata de mantenerse a diario en la alineación de Caribes de Anzoátegui y parece volver a recuperar la forma que le convirtió en uno de los bateadores más temidos del circuito.
El lunes, Jiménez sacó por segundo día seguido la pelota y elevó a 80 su total vitalicio, la mayor cantidad para un toletero zurdo en la historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, para ser clave en otro triunfo de los orientales.
“Me siento muy bien, de verdad. Por supuesto que para cualquier pelotero es satisfactorio dar un batazo contundente de esa naturaleza. Vuelve toda la rutina y más aún como quieres que sea, realmente se siente satisfactorio. Espero seguir haciéndolo de esa manera de aquí en adelante”, destacó Jiménez.
Desde el 15 de noviembre, Jiménez exhibe una línea de producción de .250/.308/.542, con un OPS de .849. En ese lapso también ha conectado cuatro de sus seis jonrones, su cifra más alta en cuatro años.
Al “Gigante de Bobare” se le ve con otra actitud en el terreno de juego. Su esfuerzo por ayudar al conjunto anzoatiguense es notorio. En realidad no se preocupa solo por los batazos de larga distancia, sino más bien de hacer contacto y mantener la paciencia en el plato.
“Estoy disfrutando de todo esto, de la temporada, y más aún por el ambiente que se vive en Caribes de Anzoátegui. Sin menospreciar a los equipos donde he jugado antes, pero la mentalidad que tiene este equipo y organización de verdad marca una gran diferencia”, enfatizó el larense. “Me he preparado bastante. Me reporté mucho antes de comenzar la temporada y estoy complacido por el esfuerzo que he hecho. Ha dado resultados. Algo que me sigue motivando a seguir dando lo mejor cada día”.
Pero para el fornido slugger, de 34 años de edad, no ha sido fácil sobreponerse a las dolencias físicas. “Es difícil mantenerte en un solo nivel por la edad. Así que trato cada día de estar de estar en el lineup. Omar (López) se ha dado cuenta de eso, por todo lo que he pasado y como he trabajado para lograrlo, por me mantiene siempre en play”, manifestó.
Jiménez todavía debe lidiar con la lesión en la zona pélvica que le obligó a perderse varias semanas, al inicio del calendario regular.
“No es fácil jugar, correr y mantenerte activo con un hueso roto”, confesó. “El béisbol no es solo practicar, jugar y ya. Existen otros detalles más importantes y, en mi caso, lo hago por el bienestar del equipo y por llevarle un buen entretenimiento a los fanáticos que te siguen. En especial los más jóvenes, por ellos juego de esa manera, dando el máximo esfuerzo”.
A reivindicarse
Luego de tres campañas de bajo rendimiento y lesiones, Jiménez aspira a más que un buen año. El larense desea que el trabajo en sus últimos años como pelotero activo no pase inadvertidos, en especial por sus seres más queridos. “Desde que llegué aquí siempre dije que busco reivindicación con el béisbol, con los fanáticos y con aquellos que creen en mí, en especial mi familia. Quiero que ellos estén orgullosos de mí y que en casa tengamos ese respiro de tranquilidad al terminar la temporada. Saber que lo hice bien, independiente de los resultados, y que ellos lo sepan es lo principal de todo”, expresó Jiménez, que no tienes dudas sobre la clasificación de Caribes a la postemporada.
Eduardo Acosta | Prensa LVBP