El 13 de febrero de 1927 fue declarada capital del estado la otra ciudad con El Pueblo y El Llano, dos topografías distintas que se han detenido en el tiempo para albergar la historia de la entidad con mayor población de la región capital.
Los Teques tuvo que adaptarse en sus inicios a un plano ligeramente inclinado, donde se formó el pueblo; el cual constituyó dos núcleos: en la parte alta e irregular con sus casas coloniales, poblada a raíz de las actividades del antiguo ferrocarril Caracas-Los Teques-Maracay, y, la parte baja o llana con modernas edificaciones; es bueno señalar que la parte accidentada o irregular es conocida con el nombre de El Pueblo y la plana como el Llano de Miquelen
“Tengo toda mi vida viviendo en Los Teques. Nací aquí y adoro este pueblo. Considero que lo mejor que tiene es su clima y el cariño de su gente. Aprovecho para exigir a los gobernantes, apropósito de esta fecha, que la ciudad se vuelva más vivible en cuanto a vialidad y servicios”, expresó una joven identificada como Gabriela.
Para ella la ciudad podría ser más “cálida y placentera” si se concretasen las obras públicas que prometieron haber concluido hace algunos meses atrás. “Eso lastima mucho la belleza y el valor histórico de la ciudad”.
Omar Pérez, quien tiene 50 años viviendo en Los Teques, coincide con Gabriela al afirmar que una de las bondades de la capital son sus aires frescos; sin embargo, advierte: “Los Teques está invivible, porque lamentablemente está sumido en una anarquía. Anarquía policial, gubernamental y vecinal. Tenemos un atraso educacional muy grande”.
Pérez recuerda con nostalgia lo que significó en su juventud haber podido disfrutar de las noches tequeñas. “Las misas de aguinaldos eran geniales. Yo llegaba a mi casa a las tres o cuatro de la madrugada. Ahora no se puede, yo a mis hijos, por ejemplo, no les permito que salgan a esas horas, la inseguridad es cada vez más agobiante”.
Por su parte, Carlos José Guerra, quien lleva viviendo 35 años residiendo en la capital de Miranda, recuerda que recién mudado, lo que más le agradaba era el clima; no obstante, asegura que en la actualidad, la situación es “caótica”. “El tránsito vehicular es fatal, falta el agua y hay mucha inseguridad. El bulevar de la Bermúdez esta caótico, dijeron que iba a estar listo en dos meses y todavía estamos a la espera”.
PDO