El Parlamento Europeo (PE) quiere que los robots del futuro en la Unión Europea (UE) estén equipados con un «botón de la muerte» que permita desconectarlos si amenazan la vida de un ser humano.
Así lo recoge una resolución aprobada hoy (con 396 votos a favor, 123 en contra y 85 abstenciones) que reclama a la UE una legislación adaptada para un futuro en el que la inteligencia artificial tendrá un papel protagonista, y con la que se invita a la Comisión Europea (CE) a preparar una propuesta que dedique especial atención a los aspectos éticos de la robótica.
Hasta ahora la UE solo cuenta con ciertas normas orientadas a la estandarización de patrones industriales allí donde se emplea la robótica, pero carece de leyes que regulen la interacción social entre seres humanos y autómatas.
Los eurodiputados no quieren poner obstáculos a una tecnología con amplio potencial, pero exigen que su vertiginoso desarrollo vaya arropado por un marco normativo que se preocupe por «la seguridad, la privacidad, la integridad, la dignidad, la autonomía y la propiedad de los datos», señala el texto, que no tiene carácter vinculante.
Más allá de los vehículos sin conductor, para los que se propone un seguro obligatorio y un fondo suplementario para garantizar de compensación a las víctimas de accidentes, se espera que el impacto de la inteligencia artificial se note en dispositivos como drones, robots industriales, para el cuidado de las personas, juguetes o granjeros.
La resolución de 22 páginas -en la que solo se menciona una vez la palabra «militar», para incluirla entre los usos aceptados de la robótica- sugiere que se cree una agencia europea de robótica que ofrezca asesoramiento técnico y ético a las autoridades, y que se elabore «un Código de Conducta» paralelo a la legislación.
Los eurodiputados plantean también la creación a largo plazo de un «estatus jurídico específico» de «persona electrónica» con «derechos y obligaciones» que se aplique al menos a los robots más sofisticados.