La muerte de un detenido en los calabozos de la Policía de Guaicaipuro (Poliguaicaipuro) activó las alarmas de las autoridades sobre el conflicto y el hacinamiento que se vive en las salas de guardia y custodia de los cuerpos de seguridad de la región altomirandina.
Al respecto el comisario Elisio Guzmán, director de Polimiranda, dijo «se nos están muriendo»; aseveró que es un acto inhumano dejar morir un preso sea cual sea el delito por el que está detenido.
El comisario experto en criminalística señala que las cárceles venezolanas están lejos de ser centros de reinserción de los delincuentes que cumplen condena. “Este problema lo han trasladado a las policías al no otorgar cupo para descongestionar las sedes de los centros de tránsito que son solo para su reclusión por 48 horas”, dijo.
la Policía del estado Miranda no cuenta con un presupuesto destinado para la compra de alimentos de los aprehendidos; en ocasiones los funcionarios han sacado dinero de sus bolsillos para hacerles llegar algún alimento a los privados de libertad, tanto a los olvidados por sus familiares como a los que tienen seres queridos que no hallan cómo alimentar.
De acuerdo a Guzmán les resulta imposible por el encarecimiento de los productos y la situación que atraviesa el país. “Hay casos de algunos detenidos que comparten la comida con sus compañeros que reciben poco o que no tienen nada. Hemos hecho todo lo que ha estado a nuestro alcance para evitar la muerte por inanición y comunicado el problema ante las autoridades correspondientes, pero no ha habido respuesta alguna. Siempre seremos garantes de los Derechos Humanos, por eso alertamos lo que les ocurre a los detenidos”, indicó el jefe policial. gf
Pola del Giudice