Macri defendió este miércoles ante el Congreso español una nueva etapa de seguridad jurídica en su país
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, inició este miércoles su primera visita oficial a España para dejar atrás roces del pasado y tentar a la inversión española, en su búsqueda de dinero fresco que haga despegar a la economía de su país.
La visita de Estado de cuatro días de Macri, de marcado acento comercial, busca sellar la reconciliación bilateral, luego de los choques bajo el gobierno de su antecesora Cristina Kirchner, que nacionalizó en 2012 la petrolera YPF, entonces propiedad de la española Repsol.
Pero Macri llegó sobre todo a seducir a las firmas de España, desplazada en la última década por Estados Unidos como principal inversor.
Sin perder tiempo, Macri defendió este miércoles ante el Congreso español una nueva etapa de seguridad jurídica en su país.
«Ahora, en esta etapa con estabilidad macroeconómica y reglas de juego claras, esperamos los argentinos que (las empresas españolas) profundicen su participación y atraigan» a otras más, indicó el mandatario ante el pleno de los diputados.
Llegado al poder en diciembre de 2015 con la promesa de un giro liberal tras el proteccionismo de la etapa kirchnerista (2003-2015), Macri está ávido de inversiones: la economía de su país sigue en recesión, con una inflación de más del 40% y desempleo de casi 10%.
España puede ser un socio en el «objetivo fundamental» de Buenos Aires de «crecer y crear empleo de calidad y así reducir la pobreza», dijo el mandatario, que llegó la tarde del martes a Madrid, acompañado de 200 empresarios y varios de sus ministros.
Inversión en caída
La visita de Macri también tiene como telón de fondo la llegada al poder del estadounidense Donald Trump, que defiende ideas proteccionistas.
En este mundo «complejo, convulso, con tendencia al proteccionismo», Argentina es una «oportunidad natural» para las empresas españolas, defendió la canciller argentina, Susana Malcorra, quien acompaña a Macri.
La inversión española se desplomó en los últimos años: pasó de 23.413 millones de dólares en 2010 a 13.145 en 2015, según un informe divulgado por el gobierno argentino.
En el Congreso, el discurso de Macri de poco más de cinco minutos fue recibido con aplausos por los diputados españoles, salvo por la bancada de la coalición de izquierda radical Unidos Podemos.
Su portavoz parlamentaria, Irene Montero, vistió una camiseta exigiendo la liberación de la activista argentina Milagro Sala, cuya polémica detención repudiaron organismos de derechos humanos, y escribió en Twitter: «Un presidente off-shore, amigo de las amnistías fiscales. (…) Macri no es de los nuestros».
Por el contrario, el gobierno español del conservador Mariano Rajoy, ha dado una calurosa bienvenida. Luego de saludarlo este miércoles en al Congreso, el jefe de gobierno lo recibirá en el palacio de la Moncloa el jueves.
El ministro español de Exteriores, Alfonso Dastis, valoró el nuevo rumbo tomado por Macri en Argentina, «que no tiene nada que ver con el populismo, o que no tiene nada que ver con el proteccionismo».
«Vamos a tratar de apoyar Argentina en su lucha por participar en la cooperación internacional», aseguró Dastis.
AFP