Un cabecilla del ELN, única guerrilla activa de Colombia y que negocia la paz, y otros siete rebeldes fueron capturados en los departamentos de Chocó (noroeste) y Arauca, fronterizo con Venezuela, en dos operaciones distintas, informaron este sábado fuentes oficiales.
En el primer operativo se detuvo a «El Mocho Hugo», uno de los principales encargados de las redes de apoyo de la comisión Rafael Villamizar del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), que opera en el municipio de Arauca y en el estado venezolano de Apure, indicó la Armada Nacional en un comunicado.
«Al cabecilla del ELN se le atribuye la vinculación en la retención ilegal de cuatro arroceros araucanos, ocurrido en agosto del 2016, así como los últimos atentados contra la infraestructura y la población, de la capital del departamento de Arauca», agregó.
El hombre ordenaba y dirigía las distintas redes de apoyo del ELN en Arauca para que identificaran «blancos de oportunidad» que permitieran el desarrollo de acciones rebeldes con impacto mediático, añadió la Armada.
«El Mocho Hugo», cuyo nombre no fue revelado, fue detenido tras una acción coordinada de la Armada Nacional, el Ejército, la Policía y la Fiscalía.
El mando rebelde, que lleva más de 20 años en la organización, era requerido por la Fiscalía por actividades contra la fuerza pública, secuestro y extorsión.
En la otra operación, en el Chocó, tropas de la Brigada 15 de la Séptima División del Ejército detuvieron a siete miembros del frente Manuel Hernández El Boche del ELN señalados de extorsionar a comerciantes, transportistas y ganaderos de la región.
La acción, realizada «en las últimas horas» en la capital departamental Quibdó, se llevó a cabo cuando los guerrilleros iban a recibir 25 millones de pesos (unos 8.300 dólares) de una extorsión y fueron «sorprendidos» por las autoridades.
Por orden de un juez, fueron recluidos en una prisión de la ciudad.
«Con este resultado se afecta de manera significativa la estructura de finanzas ilegales de este grupo criminal, desvertebrando esta comisión», agregó.
El gobierno de Juan Manuel Santos, flamante Nobel de la Paz, y el ELN instalaron el 7 de febrero en Quito diálogos para superar medio siglo de conflicto armado, que en enfrentamientos entre guerrillas, paramilitares y agentes estatales ha dejado 220.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
Las negociaciones avanzan sin que en Colombia hayan cesado las acciones militares de ambos bandos, aunque las partes han dicho que trabajan para llegar «pronto» a un cese al fuego y de hostilidades bilateral que permita rebajar la intensidad de la conflagración.
Con estas conversaciones, Santos busca «la paz completa» tras el acuerdo firmado en noviembre con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del país.
