Tras años de progreso y crecimiento, Huawei busca la estocada final en la gama alta con el P10. ¿Será suficiente para derribar la hegemonía coreana y estadounidense de Apple y Samsung?
Con la saturación y madurez de un mercado, crecer se vuelve más complejo. Pero Huawei es una de las pocas empresas que puede presumir de haberlo logrado.
La marca ha registrado varios trimestres de crecimiento sostenido, alcanzando a finales de 2016 el primer lugar en cuanto a cuota de mercado. Lo ha hecho, además, en uno de los mercados con mayor penetración y saturación: España.
En otros mercados europeos, el rendimiento y progreso de la marca también es bueno; así como en China, su país natal, donde lucha junto a Oppo y Vivo por el primer puesto en cuanto a cuota de mercado. El contraste del presente con los datos de 2012/2013 es brutal.
Con la presentación del P10 en el Mobile World Congress de Barcelona, Huawei completó varios de los últimos puntos de su lista. Aceleró el timing para equipararse a los grandes del sector europeo, muy importante para atraer las ventas iniciales; atrajo más focos que nunca al presentar su teléfono en la mayor feria de telefonía del mundo; y, gracias al destino, pudo hacerlo en ausencia de Samsung, uno de sus mayores rivales.