El fabricante francés de automóviles Renault, bajo sospecha de fraude en los controles de homologación de sus motores diésel, aseguró el miércoles que sus vehículos no tienen sistemas fraudulentos.
La compañía hizo estas declaraciones en respuesta a un artículo publicado el miércoles por el diario Libération que transcribe extractos de un informe de la dirección francesa de represión de fraudes.
Ese informe contribuyó a la apertura el 12 de enero de una investigación contra Renault por fraude en los dispositivos de control de emisiones contaminantes.
Según este informe, los servicios antifraude franceses sospechan que Renault instaló un «dispositivo fraudulento» para falsificar los controles sobre sus niveles de contaminación de sus motores diésel.
El fabricante de automóviles «ha engañado a los consumidores sobre los controles», reza el documento fechado en noviembre.
El grupo, que tachó al artículo de «desequilibrado», se defendió asegurando que respeta las normas y que reservará sus explicaciones a los magistrados a cargo de la investigación.