Al entrar a las instalaciones de la U.E.E. Simón Bolívar, ubicada en la comunidad carrizaleña Barrio Bolívar, el olor a orine impregna el ambiente y es que el plantel no cuenta con tuberías de aguas blancas, por lo que el vital líquido llega de manera irregular mediante las cisternas encargadas de distribuir el mineral según manifiestan algunos docentes que laboran en el colegio.
“No tenemos aguas por tuberías, hace semana y media tuvimos que suspender las actividades por un día porque el camión cisterna de la Gobernación no servía, ni el de la Alcaldía e Hidrocapital nunca nos dio respuesta”, informó Teresa Rodríguez, directora del recinto escolar.
Por tal motivo, en los baños se evidencian pipotes de agua que se utiliza para la limpieza de baños, pisos, salones e infraestructura en general. Sin embargo, en ciertas ocasiones le personal, así como los estudiantes, no cuentan con el agua necesaria para la correcta limpieza de los sanitarios, produciendo así que el olor de los mismos se esparza por todo el recinto escolar.
Sin áreas recreativas
“Otro de los problemas que tenemos tiene que ver con la infraestructura, la cual no está acondicionada para recibir la cantidad de población que hay en la institución. No contamos con patio, ni espacios recreativos para que trabajen los niños y el personal multidisciplinario”, dijo Rodríguez.
Los 333 estudiantes que hacen vida en la U.E.E. Simón Bolívar deben recrearse en la calle ciega que se ubica frente al plantel, donde corren el peligro de ser arrollados por los vehículos que estacionan en el lugar, el cual es utilizado también por profesores para el desarrollo de las actividades recreativas.
A luz del día
Las lámparas dispuestas en salones y pasillos están, en su mayoría, dañadas o con bombillos quemados, por lo que los estudiantes y personal en general deben trabajar con la luz solar que ingresa por las ventanas y paredes, las cuales están construidas con bloques ahuecados.
“Hay problemas eléctricos, si se mandan a imprimir más de cinco páginas la impresora se apaga, lo mismo sucede con otros aparatos eléctricos”, declaró Rodríguez.
Por otra parte, las lámparas se observan en mal estado, con los cables guindando y la mayoría de los bombillos quemados, pese a que los docentes afirman haber realizado el llamado en diversas ocasiones sin recibir respuesta alguna.
Mipae irregular
A pesar de informar que la institución cuenta con el beneficio del Plan de Alimentación Escolar Miranda (Mipae), los trabajadores aseguran que el mismo llega de manera regular y, muchas veces, con pocos rubros que no alcanzan para cubrir las necesidades alimenticias de los estudiantes.
“No viene todas las semanas, a veces no mandan el pollo, la pasta u otros rubros para cumplir con una dieta balanceada”.
Matrícula con suplentes
Rodríguez manifestó que el turno de la tarde se mantiene colmado de suplentes, problemática que se debe a diversas causas entre las que se encuentra: jubilaciones, cambio de actividad, año sabático, licencia sindical y licencia por estudio.
Otro de los problemas que continúa enfrentando los docentes es la irregularidad con que les llega el pago quincenal, situación que afirman haber hablado directamente con el profesor Juan Maragall, pero que hasta la fecha no se ha regulado.
Ronald Gil
@thedaniels88